El Ministerio de Economía de Nación autorizó la asistencia financiera a Chubut por hasta $ 14.000.000.000 para cubrir el déficit fiscal y la provincia deberá devolver el dinero en 14 cuotas mensuales y consecutivas a partir del 31 de noviembre de este año, 10 días antes de que Mariano Arcioni deje su cargo, por lo que la deuda deberá afrontarla el próximo gobernador.
Al igual que con la refinanciación de los créditos y con el leasing para renovar la flota automotriz de la policía, Arcioni endeuda a la provincia y patea los compromisos de cancelación de los vencimientos para quienes lo sucedan, verdaderas bombas financieras que explotarán al próximo gobernador desde el primer día de su gestión.
Los $14.000.000.000 llegarán a través del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial que es un programa de asistencia financiera de Nación que tiene por objeto, entre otros, asistir al saneamiento de las deudas de los Estados Provinciales. El ministro de Economía, Sergio Massa, autorizó instrumentar un Convenio de Asistencia Financiera y la Provincia del Chubut recibirá todo ese dinero.
Según detalla el Boletín Oficial de Nación, “los intereses serán actualizados por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) que publica el Banco Central de la República Argentina, se capitalizarán hasta el 31 de octubre de 2023 y serán pagaderos mensualmente, siendo el primer vencimiento el último día hábil de noviembre de 2023”.
El endeudamiento permanente del gobierno deja a las claras que la realidad financiera provincial está muy lejana a los permanentes dichos del gobernador, quien repite una y otra vez haber saneado las cuentas provinciales o del ministro de Economía. Oscar Antonena, que hasta se animó a afirmar en diciembre pasado que la Provincia “cerraba el año con las cuentas con superávit”.
Una fuente consultada por este medio indicó que “la llegada de todo ese dinero le huele a financiamiento para la campaña”, aunque estas cosas no se pueden comprobar. Lo cierto es que el nuevo préstamo de Nación servirá para maquillar algunos de los muchos y grandes problemas financieros provinciales, permitirá a Arcioni culminar su muy mal gobierno en materia de política económica sin grandes sobresaltos pero complicará mucho a partir de diciembre, cuando el nuevo gobernador tenga que empezar a devolverlo.
