Está claro que en la provincia hay notables falencias en todos los sectores claves. Después de años de liderazgo de Don Mariano Arcioni y su troupe, ya nada funciona como debiera, la policía se quedó sin patrulleros, celulares y chalecos antibalas; ni hablar de las escuelas donde los edificios se caen a pedazos, los maestros están mal pagos, no hay fondos para los comedores ni el transporte escolar. La misma realidad se encuentra en los hospitales y en la prestación de los servicios públicos.
Pero Mariano parece estar en campaña y se siente Papa Noel repartiendo dinero en distintos lugares de la provincia buscando el aplauso de diferentes grupos que le endulzan el oído y le aumentan su elevado ego, un poco más.
Mediante Decreto 863 del primero de agosto pasado nuestro Papa Noel otorgó “un aporte no reintegrable de de PESOS VEINTE MILLONES ($ 20.000.000), que serán abonados en cinco cuotas iguales de PESOS CUATRO MILLONES a favor de la Cámara de Comercio, Industria, Producción y Turismo de la ciudad de Esquel y serán destinados al proyecto de Refacción y Ampliación de las instalaciones de la sede.
Independientemente de que esa respetable Cámara de Comercio fue conducida durante años por los empresarios que, desde la época del Gobernador Maestro, manejaron toda la obra pública cordillerana, ¿Era tan urgente y de imperiosa necesidad que el Estado Provincial destine esa cantidad a los comerciantes de Esquel para que puedan remozar su sede social?
Sin ese aporte ¿no podría seguir funcionando la Cámara de Comercio, hacer sus reuniones y realizar sus encuentros? ¿No sería más productivo que ese importante aporte se destine a ordenar las escuelas, equipar a la policía o los hospitales?
La actitud demagógica de quedar bien en cosas intrascendentes, o por lo menos no prioritarias, demuestra el poco sentido de equidad, responsabilidad y sentido común al que Don Mariano Arcioni, el nuevo Papa Noel del Chubut, nos tiene acostumbrados.