El martes de la semana pasada, el Gobernador Mariano Arcioni encabezó la apertura de la licitación para la construcción de una planta transformadora para el viejo Hospital Santa Teresita de Rawson.
En el acto de apertura, rodeado entre otros por la Diputada Graciela Cigudosa y su señor esposo “huevito” González, además de Ministros y funcionarios del gobierno provincial, Don Mariano repitió, una vez más, el latiguillo que le preparan y emocionado dijo: “Son esas obras que uno no entiende por qué a lo largo de tantos años no se han hecho y se ha dejado a Rawson de lado. Por eso estamos acompañando con cada una de las obras que necesita la ciudad”, y continuó, entusiasmado, ante una audiencia expectante e incondicional: “Vamos a seguir trabajando como lo venimos haciendo, poniendo en valor a Rawson que es la capital que todos queremos y que muchos han mirado para otro lado…”.
Las cosas que dice nuestro primer mandatario son, por lo menos, llamativas ya que él fue dos años Vicegobernador y está entrando a su sexto año como Gobernador a quienes se referirá cuando dice “que muchos han mirado para otro lado. La obra de la ampliación del hospital la comenzó el gobierno de Martín Buzzi, quedó paralizada al comienzo de la gestión Das Neves-Arcioni, y, por supuesto, el abandono y atraso en los años que el escribano lleva de gobernador.
Como nos escribió hace unos días una vieja vecina de Playa Unión y reiteramos en forma textual: Arcioni y su EXTRAORDINARIO APOYO A LA CAPITAL CHUBUTENSE: UN TRANSFORMADOR JUAAA. Y encima habla como si hubiera asumido ayer. La locura es contagiosa, decía Pitito, el personaje de Favio Posca”.
Este discurso lo repite en forma permanente. Recientemente inauguró una ampliación de 47,40 metros en el muelle de Rawson y sus palabras fueron similares a la licitación del transformador. Un puerto que descarga SEIS MILLONES DE CAJONES DE LANGOSTINO por temporada y en el que las empresas han construido, en la ribera sur, cientos de metros de muelle sin la sonrisa gardeliana de Arcioni.
Esta “Capital orgullosa” que el Gobernador promete dejar tras su paso en la gestión pública está a la vista. Por su irresponsabilidad en el manejo del tema minero se desencadenó una reacción popular incontenible y el centro cívico de Rawson quedó destruido, la histórica casa de Gobierno con carteles en sus ventanas con la siguiente advertencia “cuidado peligro de derrumbe”. Lo mismo sucede con la fiscalía, la procuración y el Superior Tribunal de Justicia tapiados con chapas de Zinc. El Centro de Encuentro, una obra extraordinaria y muy estudiada para el desarrollo deportivo y cultural de la barriada de la zona norte, lleva siete años de un penoso abandono.
Si García Márquez hubiese conocido a Arcioni y su dream team, en su obra maestra, “cien años de soledad” se hubiese olvidado de la saga de los Buendía y con nuestros gobernantes no necesitaba tanta imaginación para desarrollar el REALISMO MAGICO, en este caso la realidad supera la ficción