miércoles, 3 de diciembre de 2025

Recorrió casi 2000 kilómetros en 36 días enfrentando climas extremos y lesiones. El próximo domingo participará de la competencia Q-Trail que reunirá a más de 500 corredores en la cordillera chubutense.

 

Bruno Ricao, un atleta chascomunense, se convirtió en una inspiración para muchos al completar un desafío épico; unir Chascomús (Buenos Aires) con Esquel, una distancia de casi 2.000 kilómetros, corriendo y empujando un carro con sus pertenencias.

La aventura comenzó el 26 de octubre, cuando Bruno decidió emprender este desafío para superar un reto personal y demostrar que los límites se rompen con voluntad. Con un carro cargado de provisiones, ropa y equipo, Bruno se puso en marcha hacia su objetivo.

 

Antes de emprender viaje, Bruno compartió en sus redes uno de los tramos que debía hacer durante su aventura.

 

Durante 36 días, Bruno corrió entre 40 y 60 kilómetros diarios, enfrentando climas extremos, lesiones y la soledad. Sin embargo, su determinación y el apoyo de la gente lo llevaron a seguir adelante, según expresó luego de la experiencia.

“Me sorprendió el poder que tiene la mente sobre el cuerpo.
Si te aferrás a un deseo, es increíble lo que uno puede lograr”

 

Bruno eligió Esquel como su destino porque había visitado la ciudad anteriormente y se había enamorado de su entorno. Además, su hermana vive en la localidad cordillerana, lo que lo motivó a completar el desafío.

 


Bruno ya en ruta, afrontando su desafío patagónico que logró cumplir llegando a Esquel.

La travesía no fue fácil. Bruno enfrentó momentos de dolor, cansancio y desesperanza, pero siempre encontró la forma de seguir adelante. “La gente me ayudó muchísimo. Me ofrecieron agua, comida y apoyo emocional”, recordó.

Finalmente, después de 36 días de correr, Bruno llegó a Esquel, donde fue recibido con aplausos, bocinas y abrazos. Su objetivo era llegar a tiempo para participar en la Q-Trail, una carrera de montaña de 45 kilómetros, y lo logró.

La compañía que tuvo Bruno en sus casi 2 mil kilómetros de travesía fue este carrito personalizado, en el que llegó con sus pertenencias a Esquel.

Bruno llegó con 4,5 kilos menos, una baja moderada para semejante esfuerzo. Durante el último día prácticamente no comió para no perder tiempo. Ahora tiene en mente otro objetivo inmediato; correr una carrera de 45 kilómetros el domingo 7, una prueba dura por su altimetría.

Bruno Ricao se quedará en la ciudad de Esquel hasta el 12 de diciembre, día en que tiene programado el regreso. “Saqué el pasaje jugado y me quedó justo; ahora puedo disfrutar unos días”, contó.

Antes de su desafío personal, Bruno participó de la maratón de Buenos Aires.

La historia de Bruno Ricao es un ejemplo de que, con determinación y pasión, se pueden lograr cosas increíbles. Su desafío es una inspiración para todos aquellos que buscan superar sus límites y alcanzar sus sueños.

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