
Carlos Zaccardi más conocido como (Carlon), llegó al Chubut con su hijo Vicente en el año 1885 con otros italianos de la zona de Massadalbe, ITALIA. Zona norte que baña el mar de Liguria. Hacía 1890 se instalaron en campo abierto, entre Cabo Raso y Camarones, a la vera del famoso “Cañadón Davis”.
En 1905 Vicente Zaccardi a la sazón con 29 años, se casó con la ciudadana uruguaya Ramona Farrays y vivieron en el lugar. En el acta de casamiento firma como encargado y Juez de Paz, Don Hiran Wilkinson, y como testigos Franklin Nieva y Tiburcio Sáenz. Por esos años saca la marca de sus haciendas la “V Z “unidas.
Tuvieron tres hijos: Carlos José, Elvira Juana, nombre puesto en honor de Doña Juana Sosa de Perón, (actuó de partera y era vecina en el campo “El Porvenir”). El hijo menor de nombre Juan Carlos falleció siendo un joven de 15 años.
En 1909 fue muerto Don Carlon, un crimen que conmocionó a la pequeña población, gente ajena al lugar, con fines de robo.
En 1911 falleció la Señora de Don Vicente Zaccardi dejando los hijos en la orfandad. Contaban con la vecindad de Doña Juana que supo paliar en mucho esa falta importante, con su amor, cuidados y desvelos.
Carlos Zaccardi (h), a quién más recordamos por haberlo tratado, hizo sus estudios en el Colegio Salesiano de Rawson, y aprendió guitarra. Con 17 años pronto tuvo que hacerse cargo del campo cuando enfermó su padre. Don Vicente viajó con su hermana Elvira Juana, para su curación a Buenos Aires, donde falleció. En esas soledades se fue fogueando y se hizo hombre, contaba a sus hijos sin pudor los temores que lo asaltaban y por las noches solo, hasta creía escuchar pasos en la nieve. Toda su vida tuvo hacía Doña Juana un amor filial y la visitaba en Comodoro Rivadavia.
Cuando falleció Doña Juana S. de Perón fue llevada a Buenos Aires al panteón familiar. Me contó su hija Ada, que pudo ver lágrimas en los ojos de su padre cuando pasaba el avión, su sentimiento era la pérdida de otra madre.
Se casó con Dolores Sáenz, y la parte romántica es que debió raptarla porque el padre no la dejaba casar, aunque era mayor de edad. Las hijas de don Feliciano, se hospedaban en el “Hotel Argentino”, que en esos tiempos estaba a cargo de Guisamburu, hubo mucha complicidad de parte de los amigos y pudo llevarse a cabo el viaje de común acuerdo.
Antes de salir de Camarones, Don Carlos como un caballero dio cuenta en la Comisaría y se labró un acta.
Anécdotas que quedaron grabadas en la memoria de los antiguos pobladores. En el comercio de Moran “Hotel España” a la sazón trabajaba Don Enrique Lucero, que es quién contó lo siguiente: Don Feliciano muy enojado se sacaba la gorra de vasco, y la golpeaba repetidas veces contra la silla o el mostrador. Pretendía que el Comisario la buscara, pero era inútil la protesta, porque habían hecho las cosas bien. Se casaron en Trelew. Para pequeño pueblo fue un acontecimiento que recuerdan los memoriosos.
Sigue este apellido de pioneros en la estancia “EL DAVIS”.
Fragmento libro “Recuerdos de Camarones y su gente” de Isabel y Víctor Heinken