La Cámara Argentino Patagónica de Industrias Pesqueras publicó una solicitada en la que rechaza acusaciones de incumplimientos, cuestiona la falta de respuestas políticas y reclama una reforma estructural para sostener la actividad.
La Cámara Argentino Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) se pronunció sobre la crítica situación que atraviesa el sector pesquero, especialmente en la provincia de Chubut, y reclamó “hablar con propiedad” ante los cuestionamientos públicos que —según señalan— “confunden a la comunidad”.
La entidad que agrupa a las principales empresas pesqueras de la región defendió el cumplimiento de las obligaciones laborales y fiscales: “Las empresas pesqueras del país se encuentran cumpliendo con sus obligaciones salariales e impositivas, abonando los básicos de convenio al personal de flota y la garantía horaria al personal del STIA. No se está incumpliendo ninguna ley”.
CAPIP explicó que la paralización de la actividad no se debe a una decisión unilateral, sino a una imposibilidad operativa derivada de la crisis económica: “No se sale a pescar para no incrementar más las pérdidas operativas de las empresas y aumentar el riesgo de cierres, quiebras y pérdida de puestos de trabajo”. Además, remarcaron que la reciente convocatoria a prospección del langostino “se declaró desierta, ya que solo un fresquero se presentó, y hacen falta al menos cuatro buques”.
El comunicado advierte que la crisis era previsible: “Hace tres años que venimos advirtiendo que la baja de demanda y de precios ponía en riesgo la actividad. Los que hoy se muestran sorprendidos son quienes no supieron o no quisieron escuchar”. En ese sentido, señalaron que la falta de medidas como una emergencia pesquera contribuyó a agravar el escenario actual.
También rechazaron que el problema pueda resolverse únicamente con reducciones salariales: “Hay que bajar todos los costos de la cadena: impuestos, tasas, energía, combustible, retenciones, transporte, estiba, puerto, proveedores y mano de obra en general. Hay que refundar la actividad y ajustarla a nuevos paradigmas comerciales y de consumo”.
Desde CAPIP alertaron que el impacto no solo afecta a las empresas, sino también a las economías regionales: “La actividad tuvo un efecto de rebalse muy importante en las economías locales y provinciales, con salarios por encima incluso de los del sector petrolero. Hoy, ese escenario cambió: el mercado ya no paga precios altos y el langostino de cultivo, mucho más barato, gana terreno”.
Finalmente, la cámara hizo un llamado a todas las partes involucradas: “Esperamos que todos los que forman parte de la cadena de costos lo entiendan y trabajemos en conjunto para morigerar el impacto que esta crisis tiene y va a tener. Todos y cada uno vamos a tener que ceder, sin excepciones”.
“No fuimos improvisados, lo anticipamos, enviamos mensaje a todos y no nos creyeron, perdimos dos años, no perdamos más tiempo. Hagamos las reformas de costos que permitan dar continuidad a la actividad”, concluye el texto firmado por CAPIP bajo el lema “Hablemos con propiedad sin demagogia”.
Fuente: Pescare