lunes, 4 de noviembre de 2024
Rodolfo Casamiquela, antropólogo e historiador

 

(La clasificación dada desde el conocimiento científico, los tehuelches y los mapuches actuales, difiere notablemente entre sí. En este caso se optó por la generada desde el conocimiento científico)

A su vez, meridionales y septentrionales se subdividen en boreales y australes. Tomándolos de sur a norte: los septentrionales boreales ocupaban el área comprendida por la Pampa Húmeda, la Cordillera de los Andes en la actual provincia del Neuquén y los ríos Negro y Limay por el sur; los septentrionales australes ocupaban el territorio comprendido entre los ríos Negro-Limay y el río Chubut por el sur (a estos últimos se les puede sumar una franja que va del pie de la cordillera y llegaba, por el sur, hasta casi el norte de la actual provincia de Santa Cruz).

Los tehuelches meridionales boreales ocupaban el territorio que se tiende entre los ríos Chubut-Senguer al norte y el río Santa Cruz por el sur; finalmente los tehuelche meridionales australes ocupaban el territorio comprendido entre el río Santa Cruz al norte y el Estrecho de Magallanes al sur.

Cargueros portando perchas y toldos. Toldería de Kankel. Foto: Colección Vignati

Lo que Federico Escalada dio en llamar “El Complejo Tehuelche” estaba integrado a fines del siglo XIX por tres etnias, habiendo existido una cuarta, entonces extinta.

Las etnias tehuelches eran las siguientes:

* Los autodenominados Gününa Küne (“gente por excelencia”) o Pampas y los Chehuache Kenk (“gente del borde” -de la cordillera-), eran tehuelches septentrionales australes. Hablaban la lengua günün a iájëch.

* Los Metcharnue (“gente de la resina de molle”), eran tehuelches meridionales boreales, pero hacia el siglo XIX se habían extinguido como etnia, absorbidos por los Aóni Kenk. Hablaban la lengua Tewsën y la remplazaron por la aónik o ais.

*Los Aóni Kenk (“gente del sur”) o Patagones, eran tehuelches meridionales australes, y hacia el siglo XIX se movilizaron hasta el río Negro. Hablaban la lengua aónik o ais.

Cada una de las etnias había poseído un idioma propio (emparentados entre sí), pero a fines del siglo XIX sólo se hablaban dos: el de los Gününa Küne y el de los Aoni Kénk.

Interior de un toldo. Foto Colección Vignati

* Los manzaneros habitaban la región que se tiende entre el centro y sur de la actual provincia del Neuquén y su origen era tehuelche, de las etnias Cheuache Kenk y Gününa Küne. Por su enclave geográfico (zona de paso entre la costa del Pacífico y las mesetas de norte de Patagonia y la Pampa Húmeda), se mestizaron con sus vecinos pehuenches y mapuches o araucanos de Chile. Hablaban la lengua Gününa lajich de los tehuelches septentrionales y el mapudungun de los mapuches. Como bien lo aclara Vezub, la identidad “manzanera” se consolida tras la batalla de Languiñeo (mediados de 1820), en la que se enfrentan manzaneros y tehuelches septentrionales. Ese combate marca la diferencia entre unos y otros y consolida la identidad manzanera, que para entonces, culturalmente, guardaba más afinidad con los mapuches de Chile que con los tehuelches. Tras la Conquista del Desierto, las tribus que conformaban la confederación manzanera, fueron des- terradas y confinadas en reservas que se les asignaron en el norte y sureste de la actual provincia del Chubut. Los hoy autodenominados mapuches que habitan la actual Patagonia argentina, en su mayor parte descienden de los manzaneros.

* Del otro lado de la cordillera, en Chile, casi a la altura de donde se situaban los manzaneros, habitaban los araucanos, autodenominados mapuches; de mapú “tierra” y che “gente”. Ha- blaban el mapudungun. Son los mapuches “originales”, que poco tienen que ver con los mapuches de la actual Patagonia argentina y las llanuras pampenas en donde se hablaron cuatro o cinco variantes del mapudungun, ya que dicha lengua era utilizada para comunicarse entre distintos pueblos, como hoy en día se utiliza el inglés. Entre el norte y el centro del Neuquén, en la región de bosques de araucarias, habitaban los pehuenches (“gente de los pinares”). Conformaban un pueblo distinto a los tehuelches y araucanos. A partir de los siglos XV y XVI, los pueblos indígenas que los circundaban comenzaron a ejercer una fuerte presión. Primero sufrieron un proceso de “tehuelchización” y posteriormente de “araucanización”.

 

Libro “La colonización del oeste de la Patagonia central”, de Alejandro Aguado

 

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