La falta de políticas concretas en materia de seguridad del gobierno de Mariano Arcioni provocó que en grandes zonas en la provincia, como Trelew y alrededores, los delincuentes se manejen con total impunidad, robando los cables del tendido eléctrico y dejando a 3 localidades (Gaiman, Dolavon y 28 de Julio) sin luz, potabilización de agua y comunicaciones durante más de 10 horas o llevándose los medidores de agua de un barrio entero de Trelew a plena luz del día sin que ningún policía los detenga.
Sin embargo, para el ministro de Seguridad, Miguel Castro, el balance de su año y medio al frente de la cartera es “altamente positivo, los niveles de seguridad son aceptables”. Según el ministro, no son tantos los hechos delictuales, sino que los agrandan los medios de comunicación.
Castro realizará un balance de gestión seguramente la semana que viene, similar a los que ya hicieron sus pares de Economía, Oscar Antonena, y de Salud, Miryám Monasterolo. Allí insistirá con que deja “niveles aceptables de seguridad”, aunque no aclarará comparándolo con que ciudad, provincia o época. Porque si se equipara con algunas ciudades del conurbano bonaerense o con el gran Rosario, posiblemente el ministro tenga razón pero si sopesa la situación actual con la que se vivía en nuestra provincia hace 10 o 15 años, los niveles de seguridad serán inaceptables.
En este año y medio de Castro al frente del ministerio, la única seguridad que mejoró es la seguridad laboral de sus familiares, amigos y militantes, que fueron acomodados en distintos puestos de la planta permanente del Estado.