miércoles, 28 de mayo de 2025

Trece años después del brutal asesinato de Rodrigo Colihuinca, un joven de 17 años que fue apuñalado en marzo de 2012, su padre, Juan Colihuinca, confirmó que una de las pruebas de ADN realizadas recientemente a seis sospechosos arrojó un resultado positivo. Se trata del primer avance concreto en años en una causa marcada por dilaciones, silencios y frustraciones.

“Me llamó mi abogada, la doctora Olga Barrios, para informarme que el doctor Moyano le comunicó que uno de los ADN dio resultado positivo”, confirmó Juan. Ese resultado corresponde, según explicó, a quien sería el segundo partícipe del crimen.

Hasta el momento, la causa tiene un único imputado: Brian Huenchullan Muñoz, un joven que en 2024 se presentó espontáneamente en una comisaría para declarar que sabía quién había matado a Rodrigo. En su relato, incluso mencionó que ciertos elementos vinculados al crimen estaban enterrados en el fondo de su patio, aunque posteriores allanamientos no lograron hallarlos.

El testimonio de Muñoz fue desestimado en su momento por su propio abogado, quien sostuvo que su cliente se encontraba bajo efectos de drogas y no estaba en condiciones de declarar. Sin embargo, para la familia Colihuinca, ese episodio fue un punto de quiebre. “Yo no creo que esté loco, como dijeron. La psicóloga dijo que estaba bien, sin droga, y en sus cabales como para hablar”, aseguró el padre de Rodrigo.

Si bien Muñoz no está detenido, debe presentarse periódicamente a firmar en sede judicial. “Está arrimado al proceso, por algo tiene que ir a firmar”, apuntó Colihuinca. Según indicó, ya se habría fijado una nueva audiencia para el mes de junio, en la que se definirá si la causa finalmente avanza a juicio.

Además del imputado y del sospechoso cuyo ADN dio positivo, Juan señaló que hay una tercera persona bajo investigación y que podría haber más novedades próximamente. “Se está trabajando con pistas firmes sobre una tercera persona. En breve habrá novedades y más información que seguramente dará el doctor Moyano”, dijo.

El padre de Rodrigo valoró especialmente el trabajo de la abogada Barrios, quien impulsó con insistencia la realización de las pericias genéticas. “Costó muchísimo. Durante años nos decían que no había plata para hacer los ADN. Pero se insistió, se hizo, y hoy tenemos un resultado que puede cambiar la causa”, remarcó.

“Hace 13 años que no podemos dejar a nuestro hijo descansar en paz. Hoy, al menos, hay una luz. Esperamos que por fin se haga justicia y que los culpables paguen por lo que hicieron”, concluyó.

 

Nota elaborada en base a declaraciones al programa Redacción 20 de LU20

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