Aunque sean organismos distintos, que poco tienen que ver el uno con el otro, las elecciones en el Instituto de Seguridad Social y Seguros, realizadas el 18 de septiembre pasado, provocaron un grave problema al director de Servicios Públicos del Noroeste, Mauro Palma.
Algunas semanas antes a la fecha del comicio, uno de los más importantes ministros del gabinete provincial llamó a Palma para decirle que debía prestar las instalaciones de Servicios Públicos en Esquel para que sea sede de las elecciones y que debía ponerse a trabajar para la campaña del “candidato oficial”.
Algo sorprendido por el llamado, el cordillerano decidió que no iba a hacerle caso a las órdenes impartidas por el funcionario de primer nivel. “Mire, Ministro, yo tengo muchos problemas con los servicios como para andar perdiendo tiempo con elecciones de otros organismos”, habría respondido.
El día de las elecciones, Palma se encontraba trabajando desde muy temprano en la fosa del taller de Servicios Públicos cuando oyó pasos, asomó su cabeza y observó a unas 8 o 10 personas que circulaban por el lugar buscando sillas y mesas para armar el cuarto para la votación. Palma se habría acercado a decirles que allí no iban a realizar las elecciones y después de varios minutos de discusiones y llamados a distintas autoridades locales y provinciales, acordaron que el sufragio se realice en el Centro Cultural Municipal.
Palma había ganado una batalla pero el Ministro no iba a dejar pasar el desacato y pidió sanciones inmediatas pero no encontraron motivos reales para un castigo directo, por lo que se le inició un sumario.
Anoticiado del pedido de sanción, Palma, que es conocido como un hombre de carácter fuerte, habría llamado al Ministro para advertirle que si le imponen algún castigo, vendrá personalmente a Rawson a resolver el problema mano a mano y frente a frente.