
A fines de junio llegan a Comodoro Rivadavia y, el 1º de julio de 1901, se inaugura el servicio público. El jefe de oficina es Calixto Melzi, el telegrafista, Lorenzo Melzi y el guardahilos Joaquín García.
El servicio funcionó provisoriamente en una carpa, a la espera de la concesión del terreno para la ubicación del ‘edificio’. En la mensura realizada por Policarpo Coronel se destina para la oficina de telégrafo una de las esquinas de la manzana 3.
El lunes 1º de octubre de 1901, Olivera transfiere el edificio y enseres a Melzi, quien se hace cargo de “una casilla de madera conteniendo cinco piezas de ‘4 por 4’, forrada en su exterior con cinc, pintada de color gris y en el interior con dos manos de aceite”, además de los elementos telegráficos, mobiliario, útiles y herramientas.
Olivera había intentado antes de marcharse, dejar un pozo para el abastecimiento de agua, pero no tuvo éxito, por eso les deja dos barriles y dos estanques para juntarla, con capacidad para 200 y 5.000 litros respectivamente.
La Dirección de Correos y Telégrafos no estaba dispuesta a dejar así nomás a su gente en este aislado punto de la costa; suministra sin cargo a los tres empleados 90 kg de harina, 70 kg de arroz, 50 kg de fideos, 50 kg de azúcar, 50 kg de sal, 50 kg de fariña, 100 kg de galleta, 50 kg de poroto, 70 kg de yerba y 10 kg de tabaco de fumar, además de una vaca lechera con cría y 200 ovejas con cuatro carneros para consumo.
Como el matasellos “Comodoro Rivadavia” tarda en llegar, durante los primeros meses utilizan el que dice “Puerto Tilly”.
Fragmento del libro “Crónicas del centenario”
