sábado, 27 de julio de 2024
El 20 de julio de 1969, Enrique Ernesto Febbraro, mientras era testigo de la transmisión televisiva que mostraba la llegada del hombre a la Luna, imaginó que era la ocasión perfecta para lanzar una idea que venía madurando desde hacía tiempo: la de instaurar un «Día Internacional del Amigo». Envió desde su consultorio de Lomas de Zamora mil cartas, a cien países diferentes. Obteniendo una respuesta inesperada.
Fue miembro a la vez del Rotary Club, la Masonería Argentina (dato poco conocido, fue miembro de la logia Panamérica 397 y Renovación 333) y el Club de Leones, el profesional y docente tuvo una vasta participación institucional, y mereció innumerables distinciones: la más importante, sin dudas, ser nominado en dos oportunidades al premio Nobel de la Paz. Además, fue designado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires y Miami; condecorado en San Pablo (Brasil), Maipú (Chile), Mar del Plata (Argentina) y Resistencia (Argentina); y declarado «Mayor Notable Argentino» por la Cámara de Diputados de la Nación Argentina.
Por Miguel Ángel Martínez
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