El Gobernador Ignacio Torres ha demostrado un buen manejo en el armado político provincial, consolidando un evidente respaldo popular a su gestión, acompañado de una destacada proyección nacional, según indican las encuestas. En el campo estrictamente institucional ha conseguido aglutinar, tras su persona, a más diputados de los imaginados al comienzo de la gestión. Dos de los tres legisladores del partido libertario que participaron en las elecciones en la boleta encabezada por el actual Diputado Nacional Cesar Treffinger son muy cercanos al gobernador, otro tanto sucede con los legisladores afines al exgobernador Mariano Arcioni, Juan Pais y Vanesa Abril con quienes tiene indudable cercanía lograda con negociaciones políticas.
El evidente respaldo popular y fundamentalmente la consolidación de una mayoría abrumadora que, con matices, respaldan la actual gestión provincial le ha permitido a Torres avanzar con tranquilidad con diversos temas, como el desplazamiento del cuestionado juez Daniel Báez del Superior Tribunal de Justicia, a quién el joven mandatario tenía entre ceja y ceja ya en plena campaña. Y, según se rumorea en las cercanía del poder, otros importantes funcionarios judiciales seguirían el camino de Báez si no entienden, como nos aseguró una importante diputada gubernativa, que: “Se tienen que ir por las buenas y sin poner condiciones sino se van a ir por las malas”.
En la cuidad de Trelew, el intendente Gerardo Merino, sin hacer alardes ni quejarse de los errores del pasado y un complejo presente, en pocos meses ha ordenado un municipio que había quedado prácticamente en bancarrota. Empezó acomodando las cuentas, haciendo los achiques necesarios, ya tiene dinero ahorrado y ha comenzado lentamente a desplegar la imperiosa e imprescindible actividad en una ciudad devastada.
La muy probable incorporación de Florencia Papaiani al gobierno de “Nacho” Torres es positiva desde todo punto de vista, aunque despertará, seguramente, celos, envidias y algunas quejas. El desembarco de Papaiani a la gestión provincial, no solo implica el aporte de la reconocida inteligencia, experiencia y capacidad de trabajo de la exdiputada, sino que asegura el blindaje político necesario para Merino a través del voto de la activa concejal y también exdiputada Belén Baskov.
Merino, aunque recién comienza el recorrido, se ha convertido en el radical más importante de la provincia, al ser el intendente de Trelew, ciudad que siempre dominó la actividad del partido centenario. Es fácil hacer un poco de memoria, repasando algunos nombres de la histórica dirigencia radical de Trelew con decisiva influencia en la provincia en años que aportaron un enorme trabajo para el desarrollo de todo nuestro territorio. Basta recordar entre algunos nombres los de Jorge Galina, Atilio Viglione, José María Sáez, el “Tarta” López, Carlos Maestro, Alfredo García, “Fito” Joaquín, y en los últimos años Gustavo Di Benedetto.
Si uno observa ahora las “figuras” que hablan en nombre del radicalismo provincial, a excepción de Gustavo Menna, la pobreza dirigencial del partido centenario es notable y la simple comparación con viejos hombres de la causa, y los actuales “portavoces” dan realmente pena y vergüenza.
Torres y Merino forman una dupla potente, son jóvenes y trelewenses. Juntos van a consolidar el poder y el joven intendente de Trelew seguramente se convertirá más temprano que tarde en un importante referente natural de una alicaída UCR.