miércoles, 4 de diciembre de 2024

La semana pasada, el presidente Javier Milei acusó al expresidente Raúl Alfonsín de ser uno de los organizadores, junto a Eduardo Duhalde, de la caída de Fernando De la Rúa de la presidencia Argentina, en diciembre de 2001.

“Lo muestran como el padre de la democracia, siendo que fue partidario de un Golpe de Estado”, sentenció Milei, quien  no fue el único en hablar del complot entre Duhalde y Alfonsín, para voltear a De la Rúa, historia que tiene además como protagonista principal al exgobernador chubutense Carlos Maestro, por ese momento presidente del bloque de senadores del radicalismo.

El diario Infobae detalla:

“Maestro permaneció en la oficina de Alfonsín, desde donde —junto con el ex Presidente— conspiró para forzar la renuncia de De la Rúa. Tanto es así que varios correligionarios lo siguen considerando “un gran traidor”.

En ese sentido, De la Rúa asegura: “Yo decido renunciar cuando ya desde el departamento de Alfonsín me llama el presidente del bloque de senadores del radicalismo para decirme que, a juicio de ellos, no había nada que hacer, que consideraban conveniente mi renuncia. Lo que se produce después de que hablaron con Duhalde”.

De la Rúa recuerda ese diálogo de esta manera.

—Presidente, recién hablé con Duhalde, que me dijo que ya no hay nada que hacer —le informó Maestro.

—¿Y vos qué pensás?

—No hay otra salida que la renuncia.

—Bueno, tomo nota”.

Por su parte, el diario El Patagónico también publicó el 09 de julio de 2019 una nota titulada “El chubutense que le pidió la renuncia a De la Rúa” donde relata:

“El exgobernador de Chubut (1991-99) había asumido en su banca apenas 10 días antes de que estallara el país, dejando casi 40 muertos. Maestro era hasta entonces diputado nacional, luego de dejar la Gobernación, y en octubre de 2001 fue electo senador. Se impuso en Chubut junto a su compañera de fórmula, Martha Raso, mientras el senador por la minoría fue Marcelo Guinle.

En los aciagos días de diciembre de 2001 a Maestro le cupo el papel de mensajero del diablo al confirmarle a Fernando de la Rúa que ya ni su propio partido, la UCR, lo apoyaba.

“El último mensaje pro renuncia que recibí fue del senador Maestro, que me llama desde el departamento del doctor Alfonsín y me dice: ’Hemos hablado con Duhalde de que no hay más nada que hacer, no hay más alternativa que la renuncia’”, diría años más tarde el expresidente.

Maestro fue un alfonsinista de la primera hora, cuando tras la restauración democrática fue electo diputado provincial. Como gobernador, mantuvo excelentes lazos con Carlos Saúl Menem, respaldando su política privatizadora y tratando de replicar en Chubut la “revolución productiva”, traducida aquí en criar zorros, cultivar ajos y conceder préstamos a propietarios de hoteles, por ejemplo.

También avaló la reforma constitucional que posibilitó la reelección del riojano como Presidente y la suya propia como gobernador. Contó con el guiño de Alfonsín y con él analizaba en Recoleta los sucesos que se producían en el país hace 17 años y medio, luego de la instauración del “corralito” y la renuncia de Domingo Felipe Cavallo como ministro de Economía.

Un dato importante que abona la teoría del acuerdo Duhalde, Alfonsín y Maestro para derribar a De la Rúa es que cuando Duhalde se hizo cargo de la Presidencia,  Pedro Planas fue designado un alto cargo en vivienda de Nación y Maestro tuvo línea directa con todo lo que necesitaba producto de su colaboración.

 

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