miércoles, 5 de febrero de 2025

En febrero de 2018, el entonces intendente Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, se metió públicamente en la discusión sobre la minería, pidiendo un debate serio con expertos en la materia.

Ante la consulta del periodista del diario Jornada sobre si seguía pensando que la minería es una industria posible en la región, Linares afirmó: “Totalmente. El gobierno de la provincia tiene que tomar una actitud más seria sobre el tema. Las cosas tienen que ser claras con el cuidado del agua y el medio ambiente; viendo qué dejará a la Provincia. Es un tema de debate serio y no a través de manifestaciones como la que ocurrió en el Concejo de Esquel. Hay que escuchar a los especialistas sobre los pro y los contra, que son muchos”.

Y chicaneó: “El petróleo también las tiene y sin embargo yo no veo que en ningún otro punto de la Provincia se expresen sobre eso. Todo proceso extractivo es contaminante, desde la pesca hasta la tala de árboles. Vivimos en éste mundo y no podemos ignorar eso. Los que tanto se oponen a la minería me gustaría que me acerquen alternativas reales de cómo sostener hoy la provincia”.

Linares criticó a los dirigentes que dicen una cosa en privado y en público dicen todo lo contrario para quedar bien con la gente. “No me gusta los que cacarean en un lado y ponen el huevo en otro. Tienen que tener una posición tomada y la tienen que decir públicamente. Y le tienen que hablar a su gente, preguntarles si están a favor o en contra. Si te oponés no se puede recibir la “plata sucia” de las regalías. Y no estoy diciendo “sí” a la minería porque sí. Me llamaron todos los jefes comunales y me plantearon que la necesitan como el agua. Hoy ya tienen problemas hasta de energía y no están siendo escuchados. La minería es un punto de partida muy importante”.

Respecto a su ciudad, Comodoro Rivadavia, el entonces intendente aseguró que le gustaría ampliar la matriz productiva. “Comodoro es una ciudad minera, con vaivenes; no es pareja en el tiempo, hay épocas muy buenas y crisis muy profundas. En los últimos diez años se duplicó la población y no es fácil controlarla. No me gusta vivir tan dependiente de un monoproducto. Tener otras alternativas económicas creo que es la deuda pendiente”.

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