martes, 4 de febrero de 2025

Un viejo poblador, vecino a la estancia “Amancay”, accedió a conversar con la Voz de Chubut con la condición de mantener su identidad en absoluta reserva: “Esta gente es muy peligrosa -nos aclara-, con ellos hay que tener mucho cuidado no tienen patria, sensibilidad ni menos respeto por la vida. Son verdaderos salvajes”.

Aclarado el punto de no revelar su identidad, el hombre de campo nos contó: “El antiguo dueño era un verdadero caballero, un médico que se llamaba Ernesto Neuman, que vino a vivir a esta estancia después que se jubiló y siempre me decía: ‘hay que estar atentos con estos salvajes, mapu – delincuentes, en cualquier momento aparecen a hacer todo el daño que puedan’, recuerdo como si fuera hoy sus palabras: ‘Yo los espero mirando televisión, con una 45 sobre el brazo de mi sillón y en el otro un 38, y mi rifle preparado en el sillón de enfrente’”.

“El doctor Neuman era una persona muy educada, agradable y respetuosa, era un placer hablar con él, me contaba que ese campo había pertenecido a un familiar suyo que fue un gran comerciante y viejo poblador, Don Agustín Pujol. Disfrutaba pasar los días de su retiro en la estancia, acá se quedó durante su vejez y siempre me repetía: ‘acordate que estos salvajes van a venir, hay que esperarlos con grandes fuegos artificiales, no se les puede dejar que hagan lo que quieran’”, recordó el vecino.

Al despedirnos, con tristeza, nos aclaró: “Y los salvajes llegaron como pronosticaba Don Neuman, a destruir todo, a perjudicar sin importarles nada, este asunto va a ser muy difícil de cortar si no se actúa con firmeza. Son una minoría dentro de la comunidad originaria pero son prepotentes, y atropelladores. Yo veo al gobernador con carácter y decidido a actuar, le tengo fé, pero creo que con eso lamentablemente no alcanza, tiene que haber un compromiso decidido de la comunidad para acabar con esto.

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