En los últimos 20 años la inseguridad creció en nuestra provincia de forma considerable y adquirió relevancia política, mediática y social. En todo este tiempo, los distintos gobernantes aseguraron tener la fórmula para ponerle fin al problema e instrumentaron distintas variantes que no consiguieron los objetivos planteados.
Cada tanto, la comunidad cansada de no recibir respuestas de los gobernantes realiza reuniones multisectoriales en busca de alternativas que ayuden a darle un corte a la ola de delitos que parecen los vecinos.
Hace apenas un mes, el 22 de mayo pasado, se realizó en la Cámara de Industria y Comercio del Este del Chubut (CICECh) de Trelew un encuentro al que asistieron los intendentes del valle, vecinos, comerciantes y el procurador general Jorge Miquelarena, quien propuso elaborar un documento con firmas de apoyo al proyecto de reforma del Código Procesal Penal de la Provincia del Chubut, proyecto que quedó en la declamación del funcionario judicial, como casi todas las iniciativas propuestas en estos años.
El intendente de Gaiman, Darío James, cansado de las reuniones y de la poca acción del gobierno provincial expresó: “Estamos de reunión en reunión y no pasa nada”. Es que los hechos de inseguridad se repiten casi a diario en su localidad y en las chacras de la zona: “Los delincuentes nos están ganando, estamos perdiendo mal esta batalla”, destacó resignado.
Si retrocedemos un poco en el tiempo, ya en el año 2004 el entonces gobernador Mario Das Neves prometía “desterrar para siempre” la inseguridad en Chubut a través de una “policía eficiente, honesta, bien equipada e integrada a la comunidad”.
El exmandatario aseguraba por aquellos días que “todos sabemos bien quienes son los delincuentes”, destacaba que podía hacer un “censo de chorros” y prometía instrumentar políticas de Estado para terminar esta problemática en conjunto con el poder judicial y la policía. Unos meses después creó un comité de seguridad para Trelew con el que prometió perseguir a los delincuentes “hasta debajo de la cama”.
Durante el gobierno de Martín Buzzi el problema de inseguridad no disminuyó. “Vamos a dar batalla para recuperar la seguridad ciudadana”, anunció en una entrega de patrulleros para la policía. Sin embargo los permanentes cambios en los responsables de la seguridad y en la cúpula de la Policía fueron un indicio claro de que jamás pudo dar en la tecla.
En 2017, durante su tercer mandato, Mario Das Neves ordenó hacer reuniones semanales para “monitorear la seguridad en Trelew” y realizaba conferencias de prensa acompañado del procurador Jorge Miquelarena, funcionarios de su gabinete y las autoridades de la policía.
Mariano Arcioni, por su parte, profundizó la crisis de seguridad a niveles nunca vistos, la desinversión y el abandono total a las fuerzas de seguridad hicieron que la policía tuviera que pelear en total desventaja contra los delincuentes.
Comisarías que se caían a pedazos, localidades sin patrulleros y policías sin la indumentaria necesaria fueron una constante de la gestión Arcioni, que 6 meses antes de irse decidió endeudarse en $ 1.500 millones para comprar patrulleros y dejarle el pasivo al próximo gobernador.
Son 20 años de anuncios, promesas y planes que fracasaron uno tras otro. Ningún gobernador supo, en todo este tiempo, cómo combatir y detener la inseguridad. La sociedad, cansada de tantos delitos, exigirá al próximo gobernante mayor capacidad de los funcionarios para que de una buena vez se encuentre una solución a esta problemática y que los vecinos podamos vivir en paz.