viernes, 9 de mayo de 2025
Su nombre según nuestros héroes fue: “Porque era feo, improvisado… una berreteada”, cuentan Antonio Shugt y Luis Torelli, ambos técnicos civiles afectados a la Armada, quienes lo idearon en sólo tres días, junto con el Capitán de Navío Julio Pérez, ingeniero electrónico de la UBA. Lo habían desarrollado en Puerto Belgrano y ahora estaba en las islas, en el fragor de la batalla
12 de junio de 1982. La artillería británica abría fuego sobre las posiciones de la defensa en Puerto Argentino y esa misma madrugada, la Argentina disparaba por primera vez en el mundo un misil Exocet desde tierra contra un buque.
A las 3.30, el HMS “Glamorgan”, que apoyaba desde el mar la avanzada británica sobre el Monte Dos Hermanas, ya había descargado casi 4 toneladas de explosivos. Los royal marines agradecieron esa ayuda, pero cuando el destructor iba a tomar otra posición entró en el alcance del radar de la ITB. El sistema de radar era el Rasit del Ejército Argentino.
Los radares del Glamorgan tardaron nada, en darse cuenta de que estaban siendo atacados por un Exocet. No alcanzaron las maniobras para evadirlo y el misil entró por la popa. El Exocet MM-38 lanzado con la ITB había hecho blanco. Los MM-38 (misil mar – mar), habían sido desmontados del destructor ARA Seguí con sus respectivos contenedores.
En la acción fallecieron 13 personas y 22 resultaron heridas. El buque no se hundió pero quedó fuera de combate.
Uno de los oficiales británicos que murió en el “Glamorgan” le contaba a su familia en varias cartas previas al ataque que “la valentía de los argentinos demuestra que tienen mucho más que un tibio interés en estas islas. Son mucho más patriotas con respecto a las Malvinas que nosotros”
Al finalizar el conflicto, el lanzador fue capturado por los británicos, los cuales impresionados por la improvisación argentina, desarrollaron su propio sistema de defensa de costa «Excalibur» imitando el sistema argentino.
Por Miguel Ángel Martínez
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