martes, 1 de julio de 2025

La sorpresiva renuncia del juez Claudio Petris a la presidencia de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de Chubut, en medio de graves acusaciones por presunto cobro de favores sexuales, desató una tormenta institucional en el Poder Judicial de la provincia. Aunque el hecho se presentó como una decisión voluntaria para “preservar la institución”, lo cierto es que Petris quedó virtualmente acorralado tras la viralización de denuncias que, aunque anónimas, describen un patrón de conducta que no puede ser ignorado.

La jueza de Esquel Karina Estefanía -referente de la misma asociación que presidía Petris- reconoció que la situación generó sorpresa y preocupación. Aunque evitó pronunciarse sobre la veracidad de los hechos, admitió que el contenido de las denuncias no es reciente, y que su aparición resulta llamativa.

“No puedo decir si es una campaña sucia o no, porque desconozco los hechos”, afirmó Estefanía. Pero inmediatamente agregó un dato clave: las acusaciones que circularon en redes sociales hacían referencia a conductas que se remontan un tiempo atrás.

Más allá del contexto, lo concreto es que Petris decidió apartarse sin brindar explicaciones públicas, ni promovió una investigación interna en el seno de la Asociación que presidía.

“Este es un tema que se resolvió como debía resolverse cuando algún integrante está afectado: se da un paso al costado y se pone a disposición de la justicia”, aseguró Estefanía, quien además adelantó que Petris “no utilizará los fueros”.

Finalmente, frente al desafío de recomponer la imagen del sistema judicial, Estefanía cerró con una advertencia y un llamado: “No podemos dejar de ver que estamos en una situación más amplia que amerita reflexión, responsabilidad y una profunda revisión de prácticas, tanto dentro como fuera del Poder Judicial”.

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