El domingo 13 de octubre de 1918 bien puede considerarse la fecha de nacimiento del automovilismo deportivo en Trelew ya que fue ese el día en el que disputo la primer competencia en el que marco festejos que la Colectividad Española organizo para celebrar el 12º centenario de la batalla de Covadonga y la Fiesta de la Raza.
Con la participación de cuatro entusiastas y arriesgados volantes, la prueba despertó una gran expectativa y, a las 10 de la mañana la largada tuvo un marco espectacular para la época. A esa hora se puso en marcha la competencia en lo que hoy la intersección de Lewis Jones y Urquiza punto que sería la meta luego de recorrer el trayecto de ida y vuelta a Rawson (aunque algunas crónicas de la época aseguran que fue a Puerto Madryn y regreso, entendemos que no pude ser por los tiempos que se registraron).
Roberto Saller, con un Ford de su propia preparación y acompañado por John Doyherty, era considerado favorito por su conocido manejo temerario y las posibilidades para lograr una excelente preparación de su máquina ya que era el jefe de talleres de la Compañía Mercantil. “El gran 7”, tal su apodo por el numero de patente de su máquina, tendría como muy difícil rival Dante Violi y Juan Guidetti (don Pedro Meschio, uno de los pocos que sobreviven como espectadores de aquella carrera, asegura que había apuestas y que el mismo perdió $50 por jugarse a mano de sus amigos Dante Violi y Juan Guidetti).
Lo cierto es que gano nomas “El Gran 7” estableciendo un tiempo de 1h.09m.47s, clasifico Manuel Alzua, de Puerto Madryn, con 1h.25m.00s y tercero resulto Dante Violi con 1h.27m.15s. Había abandonado Patricio Alzua, de Rawson “por desperfectos mecánicos”, según las crónicas de la época.
Más allá de los ribetes legendarios que puede tener esta pequeña historia que marca el comienzo de una actividad apasionante es una referencia biográfica, histórica y hasta original, del nacimiento del automovilismo deportivo trelewense.
Trelew Automóvil Club
El 15 de Mayo de 1939 nace el Trelew Automóvil Club, entidad que viene a contribuir en forma notable el crecimiento ordenado de la actividad. Hasta allí, fueron muy poca las competencias que se organizaron y las que se disputaron no alcanzo el brillo que sus inspiradores buscaron en razón de carecer de la coordinación que requiere el automovilismo para resultar un espectáculo completo. Presidida por Don Ángel Salvo (recientemente desaparecido) la comisión directiva estaba conformada por “gente de automovilismo” que luego sería protagonista de toda una época en su doble facete de dirigente y participante. Francisco Pérez Aguirre (secretario), Vicente T.Martinez (prosecretario), Miguel Huarte (tesorero), Diego Rodríguez (pretesorero) y Pedro Corradi, Dr. Mario Rodríguez, Roció Ortiz y el Dr. Jaime González Bonorino (vocales), acompañaron a Don Ángel Salvo en una gestión de gran valor histórico a través de la cual el automovilismo deportivo alcanzo la difusión que nunca había tenido y en la paz social cumplió objetivos que sumaron a la actividad de otros aspectos que en gran medida contribuyeron a la unión de la familia “tuerca”. Excursiones en automóvil, pic-nics, bailes y funciones cinematográficas fueron actividades que se sumaron como una forma de crecimiento a través de la unión, la amistad y el trabajo mancomunado.
Algunos nombres
La figura de “Pepe Russo”, un seudónimo con el que fue conocido un sanantoniense llamado José Vázquez, sobresale nítidamente entre los importantes nombres del automovilismo durante más de tres décadas.
Desde 1935, cuando debuto al volante de un Oldsmovile modelo 1927 en una prueba San Antonio-Conesa, hasta 1967cuando clasifico en 5º lugar entre los grandes nombres de nivel nacional en competencia diputada en el máximo escenario del país, el Autódromo de la ciudad de Buenos Aires, comandando un Fiat 1500 con el cual recorrió los mayores escenarios automovilísticos con suerte diversa, el popular “Pepe Russo” se convirtió en algo así como una leyenda, un protagonista de miles de hazañas y anécdotas que han enriquecido notablemente la historia del automovilismo en nuestra ciudad. Y no es porque todo le haya resultado fácil ya que debió luchar y vencer a nombres de la talla de Don Pedro Corradi, Ángel Castro, Nino Violi, el famoso “Tandil”, Guillermo Quintana, “Ampacama” y lidiar nada menos que con Juan Gálvez y otros volantes a nivel internacional como el mismo Juan Manuel Fangio, Marcos Cianci, Verdeal, Sancha y otros.
“Metaplomo” y Mario Velasco
El malogrado Rubén “Metaplomo” calle también marco un hoto importante en la historia “tuerca” de nuestra ciudad. Su campaña, casi íntegramente realizada fuera de Trelew, no le resta merito a la gran conquista lograda en 1975 con el título de campeón de la regional 11 en Turismo Nacional; por el contrario, el hecho de haber competido fuera magnifica su logro y lo hace invalorable para la historia de este deporte que lo tuvo como uno de los grandes protagonistas.
Otro de los grandes que forman parte del rico historial del deporte mecánico, en este primer siglo de vida de Trelew, es Mario Velasco con su larga cadena de conquistas militando diversas categorías. Desde sus comienzos como motociclista allá por la década del `60 hasta nuestros días, el popular “gordo” fue y continúa siendo un pedazo grande de todo el acontecer de los últimos años. Sus vitrinas cargadas de grandes y pequeños trofeos (uno de ellos es más alto que el mismo) no son otra cosa que el testimonio de sus casi 20 años al volante de distintos autos de carrera.
La Asociación de Volantes
Al influjo de la fuerza espiritual y la pasión por los fierros de Don Benito Calvo y su primer “ladero”, Juan Manuel Mauriz, nace el 2 de abril de 1965 la Asociación de Volantes Mar y Valle. Esta será la entidad madre del automovilismo de hoy luego de más de veinte años de distintas formas de lucha para desarrollar la actividad. Crecerá el amparo de la institución no solo del deporte como tal, sino su organización y desarrollo con la continuidad que este deporte adquirió a partir de una dirigencia idónea y responsable.
La doble Camarones
Entre las carreras en ruta que se han organizado en Trelew la “Doble Camarones” constituye la de mayor envergadura por su continuidad y la enorme expectativa que despierta anualmente entre quienes se animan.
Fue creada en 1972 por la Asociación de Volantes de Mar y Valle y su primera edición se cumplió exitosamente luego de que no generara las expectativas que parecía lógico ocurriera con una competencia de tamaña envergadura. Sin embargo los que apoyaron la realización se vieron altamente recompensados no solo con haber sido participes de la gran aventura de recorrer en ida y vuelta el tramo “Trelew-Camarones-Trlew, sino con la satisfacción de ser protagonistas de lo que luego se convertiría en una competencia tradicional. Gano Carlos Mateos en la única categoría participante: Los Standart hasta 800 Cc.
En la segunda edición, cumplida en 1973 se incorporó la categoría Ford “T” aportando un nutrido parque y un número importante de pilotos de gran nivel como Audelino Valdez, “Casualidad” (Humberto Remussi) y “Quique” Gómez, entre otros. Este último descolló como piloto y preparador, se quedó en la edición 1973 en Ford “T” y pasó a convertirse en protagonista fundamental de la prueba junto a Audelio Valdez, segundo ubicado. Al año siguiente ambos repitieron la hazaña mejorando el tiempo de la primera edición mostrando que aquello no había sido casualidad. En las ediciones siguientes se adueñó de la punta Audelio Valdez para convertirse en el piloto que más veces adjudico la prueba.
La vuelta de la Provincia
Una de las competencias que, inexplicablemente, no se ha repetido a pesar de lo exitosa que se consideró en su momento, fue la “Vuelta de la Provincia” disputada en 1960.
Esta carrera quedo en la historia del automovilismo deportivo local junto al magnifico triunfo de “Pepe Russo”, que alcanzo a sacar una luz de ventaja sobre Asiscolo Ventura, ganador de la última etapa y único rival con posibilidades de arrebatarle la victoria.
Inauguración del Autódromo
El 4 de junio de 1972 se inaugura el circuito con un festival en el que toman parte las categorías hasta 800 Cc, y Ford “T” y el acontecimiento empequeñecido hoy por los adelantos del progreso, marca indudablemente un hito de gran importancia en la historia deportiva de nuestra ciudad y, fundamentalmente, del automovilismo. Este flamante escenario será testigo de los últimos veinte años de un deporte en constante crecimiento y por el desfilaran todas las categorías locales.