La reciente aprobación de la Legislatura de la ley que habilita al Gobierno a tomar deuda por hasta 650 millones de dólares abrió un escenario de expectativas para intendentes y legisladores oficialistas, que defienden la medida como una herramienta indispensable para financiar obras largamente postergadas y reactivar la economía provincial.
El intendente de Trelew, Gerardo Merino, manifestó un fuerte respaldo a la iniciativa, subrayando que el endeudamiento permitirá avanzar en infraestructura clave para la provincia, como obras viales, el nuevo acueducto para Comodoro Rivadavia y el acceso al futuro hospital de Trelew. “Apoyamos fuertemente estas nuevas leyes, acompañamos a nuestros legisladores”, afirmó Merino, y destacó que los fondos podrán ser derivados a ese tipo de obras prioritarias.
Merino también respaldó la política de beneficios fiscales para fomentar inversiones privadas, principalmente en Comodoro Rivadavia. “Si las empresas vienen, invierten, generan trabajo y divisas, eso no es pérdida. Al contrario, beneficia a toda la región. Si le va bien a Comodoro, le va a ir bien a Trelew también, porque evitamos que el desempleo se traslade a nuestras ciudades”, razonó el jefe comunal.
Por su parte, el diputado provincial Daniel Hollmann valoró especialmente el convenio aprobado con Pan American Energy (PAE) para impulsar la reconversión de la Cuenca del Golfo San Jorge, buscando hacerla nuevamente competitiva frente al avance de Vaca Muerta en Neuquén. “Hoy hay mucho éxodo de empresas de la cuenca. Este convenio apunta a frenar esa tendencia y a generar nuevos puestos de trabajo”, explicó.
El acuerdo establece una inversión inicial de 230 millones de dólares en un plazo de cinco años, para la perforación de cinco pozos de petróleo no convencional (shale oil) en Cerro Dragón. Según Hollmann, la iniciativa fue apoyada no sólo por el arco político oficialista, sino también por sindicatos petroleros y camioneros.
Sin embargo, el diputado advirtió sobre el desafío que implica la toma de deuda, recordando experiencias recientes como la fallida colocación del bono Bocade. “Endeudarse no está ni bien ni mal; el tema es qué se hace con ese dinero. No podemos repetir errores del pasado, donde fondos tomados para obras terminaron desviados o mal administrados”, advirtió.
En ese sentido, destacó que en esta oportunidad los destinos están claramente especificados: parte de los fondos se usarán para renegociar deuda existente, buscando mejores tasas y plazos, y otra parte se destinará directamente a la ejecución de obras de infraestructura, con el objetivo de dinamizar la economía y generar empleo.