domingo, 4 de mayo de 2025

La historia naval nos deja ejemplos de un fenómeno tan apasionante y espeluznante como fue el de los naufragadores o raqueros. En costas peligrosas para la navegación se ataba un candil o similar a algunas bestias que se dejaban sueltas en la playa para que en noche de tormenta, y divisadas desde el mar, aparentara ser el tranquilo vaivén de barcos fondeados en una cala segura. De esta forma se atraía a esas naves a un lugar que les provocaría el naufragio y se rapiñaba la mercancía y a los muertos.

Este término es una corrupción de la palabra inglesa wreck, que se pronuncia rek y que significa naufragio.

A mediados del siglo XIX, esta ya antigua y abyecta actividad, tenía asiento tanto en el archipiélago de las Malvinas como en la zona de la Tierra del Fuego.

El “raquero” estaba al acecho de siniestros marítimos, y si un buque estaba en peligro negociaban previamente el salvataje, con la usura que es de imaginar. Si estaba perdido se lo saqueaba sin perder tiempo en negociaciones.

El comandante Luis Piedra Buena no especulaba con los rescates ni el auxilio -ganándose la enemistad de quienes vivían de esta extorsión-, y muchas veces abandonó sus intereses por acudir en ayuda de náufragos.

Aún a principios del siglo XX, la gobernación de la Tierra del Fuego no reunía los medios necesarios para hacer respetar las leyes, e impedir que se cometieran estos actos de piratería. Extraoficialmente, se enteraban de las naves de Punta Arenas, cuando se dirigían a la cacería de las mercaderías de los barcos naufragados en la zona.

Compartir.

1 comentario

  1. osvaldo mohiño on

    Algo parecido, ocurria en las costas del Tuyu,…Hay un libro escrito titulado,naufragios en las costas del Tuyu,….de Adriana Pisani,….Donde estaban mencionados algunos hacendados,…donde presionaron para no ser nombrados,…por deshonor a sus familiares hoy en dia,…Yo recorri algunos naufragios que aun se pueden ver.

Dejar un comentario