
Pinguinos graciosos, como ceñidos en un traje elegante, ballenas majestuosas y tiernos lobos marinos con toda la fauna marina que soñaste. Y ese momento llegó.
No es una exageración. Es que la zona costera de Chubut respira naturaleza, y es fácil ver animalitos que viven inmersos en ese maravilloso hábitat. Pero ese calendario tiene momentos claves, donde el asombro se infla como un globo. En ese almanaque, la franja que se abre entre septiembre y diciembre es crucial. Porque en ella los pinguinitos conviven con los cetáceos que todavía se ven en la zona. Y a ellos se suman lobos, avifauna, y alguna que otra colorida sorpresa.

Por eso, si estás planeando una escapada y amás a los personajes marinos, no lo dudes. Andá armando el equipaje porque las playas estarán más activas que las pantallas de un cine, dispuestas a mostrarte la diversidad que pueden albergar.
Podés armar un recorrido que incluya, por caso, a las gigantescas francas y a los pinguinos. Las primeras estarán en Península Valdés, a 90 km del centro de la ciudad, y los segundos, sobre todo, en Punta Tombo, a 180 kilómetros al sur, que es la colonia continental más grande de Sudamérica de la variedad Magallanes.
Un desfile mágico de animales con frac
Los pingüinos de Magallanes arriban a las costas de Chubut a mediados de septiembre, inaugurando una temporada para el asombro.
Salen del mar a poner los huevos y criar a sus pichones. El ciclo se extiende a lo largo de un mes. Los machos eligen el nido que dejaron el año anterior y comienzan a acicalarlo para recibir a las hembras. Hasta octubre transcurren los cortejos y cópulas y los primeros pichones nacen en noviembre.

Hasta mediados de abril se podrá apreciar la convivencia entre esos adultos y juveniles, que irán ganando independencia para luego migrar hacia el norte buscando comida.
El acceso a Punta Tombo para argentinos cuesta $ 6.500 (adultos) y $ 3.500 (menores).
Las ballenas, magnéticas
Las gigantes más buscadas están desde mediados de junio en la zona, a la que llegan para reproducirse. Pero se quedarán hasta que finalice el año, por eso para verlas podés aprovechar y hacer un paseo embarcado.


El acceso a Punta Tombo para argentinos cuesta $ 6.500 (adultos) y $ 3.500 (menores).
Las ballenas, magnéticas
Las gigantes más buscadas están desde mediados de junio en la zona, a la que llegan para reproducirse. Pero se quedarán hasta que finalice el año, por eso para verlas podés aprovechar y hacer un paseo embarcado.
Por Vanesa Miyar para Diario Río Negro