miércoles, 4 de diciembre de 2024
Rancho sobre el río Chubut. Ya habían adoptado las vestimentas europeas. 1914

El cambio producido por la relación con el trueque primero y el comercio después  evidenció también el cambio adoptado por algunos aborígenes con respecto al modo de ganarse la vida. Luego de la “Campaña del Desierto”, a algunos de ellos también les atrajo la vida sedentaria. Y a imitación de los galeses se dedicaron a la actividad agrícola en el valle, empleándose como peones para aprender todo lo relacionado con este tipo de trabajo.

Al estar reducidos a un espacio determinado, tuvieron que cambiar su estilo de vida. Entonces hubo nativos que se dedicaron a la ganadería, para lo que realmente demostraron tener una gran habilidad como no podía ser de otra manera, ya que conocían muy bien como se comportaba el clima y los animales en estas enormes mesetas.

Sus vestimentas también se fueron adaptando a la de los inmigrantes. Ya había quedado atrás el quillango. En esos primero 20 años, cuando las poblaciones de la colonia comenzaron a tener negocios los aborígenes también compraron sus vestimentas allí. Esto implicó que poco a poco los nativos tuvieran que cambiar sus toldos por casas estables y al construir sus viviendas al estilo europeo, se dieron cuenta que estaban más protegidos de las inclemencias de tiempo.

Superando ese periodo, después de 1885, cuando se produjo el desarrollo de las insipientes poblaciones de Gaiman y Rawson, comenzaron a surgir  los negocios de ropa un poco más importantes entonces los aborígenes viajeros, se vestían con prendas elaboradas incluso con telas importadas por los negocios instalados en los pueblos.

Edward Jones, “sastre chico”

El cacique Kinguel y parte de su familia. 1900

En esa época llegó de gales un señor llamado Edward Jones “sastre chico” y primeramente se instaló con un local de ropas en Rawson pero al no ser un negocio lo suficientemente rentable tuvo que cerrarlo, comprar una chacra y dedicarse a las tareas agrícolas como los demás. Pasados los años, a finales del siglo XIX y una vez que pudo juntar unos ahorros, se compró un terreno en pleno centro de Trelew  (hoy sería en la esquina de España y Av. Fontana, justo frente al Banco de la Nación Argentina) y allí se instaló con su familia y el negocio de “Sastrería, tienda y zapatería”. Dice Matthew Jones: “Como comerciante prosperó en forma ininterrumpida y al comentar su éxito, siempre lo atribuyó a su honestidad comercial”, agregando que la honestidad era en la vida, “la política más lucrativa”… en su actividad comercial llegó en un momento a tener la mejores mercaderías del ramo en Trelew, siendo muy apreciado por sus clientes indígenas de la campaña, uno de los cuales le puso el nombre de Edward Jones a su hijo…. Otra de sus condiciones, como buen comerciante y mejor administrador, era la de hacer con la debida anticipación el pedido de sus mercaderías para reponer sus existencias, normas que le permitía siempre tener artículos para la venta y estar siempre a la moda.

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