lunes, 4 de noviembre de 2024

El progreso Trelew también trajo problemas nada gratos, con la llegada de elementos de mal vivir, atraídos por la prosperidad de la zona, cuya fama era ya conocida, y hasta exagerada, en otros lugares de la república. En este sentido Trelew no podía sustraerse a este fenómeno social, ya que como ocurre en todos los pueblos de rápida expansión, también tuvo su “avalancha” de indeseables, quienes bien pronto establecieron sus reales en las casas de lenocinio, las que se agruparon en la manzana Nº 92, en sus cuatro calles y donde el juego, las riñas, etc., eran comentarios casi diarios en la población, situación ésta que hace crisis durante el año 1913. Hasta entonces, el tema de la prostitución, tratantes de blancas, jugadores, fulleros, etc., no había merecido de nuestras autoridades comunales la debida atención, pese a que todo el mundo tenía conocimiento de lo que estaba pasando en esos antros de corrupción. Como esta situación no podía prolongarse indefinidamente, un artículo aparecido en el semanario local “El Avisador Comercial”, fue el elemento detonante de este ingrato problema lugareño, motivando que el H. Concejo Municipal, en su sesión del 10 de febrero, se abocara al tema, a raíz del artículo que se publicara y relacionado con el aumento de las enfermedades venéreas en la zona, fenómeno cuyo origen atribuía el semanario a los prostíbulos.

En vista de ello, se resuelve se estudie una ordenanza que reglamente el ejercicio de la prostitución, se ordene al médico de la inspección sanitaria para que informe sobre el estado sanitario de las mujeres inscriptas; que se retire la libreta sanitaria a las que se encontraren enfermas, solicitando al Comisario de Policía ordenar el inmediato abandono de la localidad de las que la inspección médica inhabilite para trabajar terminando por suscribir la suma de $ 200.-m/n para costear los gastos de traslado de un médico a esta localidad.

Mientras, se estaba proyectando la ordenanza reglamentando el ejercicio de la prostitución, la que recién quedó aprobada en la sesión del 14 de octubre de 1913, nuestros ediles habían solicitado la colaboración de la policía local para procurar darle solución a este gravísimo problema; que extremaran su vigilancia en dichas casas, la que siempre había sido retaceada (cumpliendo órdenes emanadas de sus superiores en Rawson, al decir de los comentarios lugareños).

Textos de Matthew Henry Jones

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