El 1º de octubre do 1929 se supo que la Compañía Telefónica y Luz Eléctrica del Chubut fue comprada por la Compañía Sudamericana de Servicios Públicos S.A. (S.U.D.A.M.), la que según comentarios, la había adquirido en la suma de $ 1.000.000 m/n. En dicho importe también estaba Incluida la compra del Servicio Telefónico de la zona, integrada por las Centrales de Trelew, Puerto Madryn, Rawson, Gaiman y Dolavon.
Esta Compañía norteamericana ya había comprado con anterioridad las Usinas Eléctricas de Patagones y Viedma, y estaban por cerrar negocio para adquirir las de Puerto Madryn y Gaiman.
Si bien el servicio eléctrico mejoró en enero de 1930, ampliando las 24 horas, el problema de las tarifas se prolongó durante seis meses, ya que las nuevas escalas recién entraron en vigencia el 1º de julio de 1930. Estas gestiones se vinieron realizando en un período de escasez de dinero, motivado por la gran crisis que se venía soportando en todo el país, por lo que las cláusulas del alquiler del medidor fijado en $2,50 m/n, del consumo mínimo de 10 K.W.H., cuyo valor ascendía a $ 4 m/n merecieron desde el principio, el rechazo del H. Concejo, por entender que más de cien hogares de escasos recursos se verían privados del servicio por lo elevado de los importes.
Con respecto a las tarifas, no se llegó a los valores pretendidos por el Municipio, pero la Compañía para el Alumbrado Particular ofrecía rebajas de $ 0,12, $0,13, $ 0,14 y $ 0,15 el Kwh, con vencimientos el 1º de julio de 1932, 1934, 1936 y 12 de julio de 1941, terminación del Contrato: para los consumos de Fuerza Motriz fijaba una tarifa de $ 0,25/Kwh para los primeros 100 kwh, siendo convencional para el resto del consumo, pero nunca más $0,25/kwh. Aquí se proponía una gran rebaja, anteriormente todo consumo, fuese particular o fuerza motriz se facturaba a razón de $0,60/kwh. Con respecto al alquiler del medidor, ofrecía reducir de $ 2,50 al mes a $1 al mes.
Las nuevas tarifas comienzan a aplicarse el día 1º de julio de 1930, que representaron a la población una economía anual del orden de los $ 30.000, con lo cual desaparecieron las quejas y se felicitaba al Presidente Municipal Sr. Martin Cutillo por el éxito alcanzado.
Por su parte la nueva Compañía de inmediato inició una campaña tendiente a aumentar el consumo eléctrico a sus abonados, ofreciéndoles toda clase de aparatos eléctricos domésticos, por el sistema de pagos de 10 cuotas mensuales, sistema este que no se utilizaba en la zona y era desconocido para la mayoría. Para fomentar esta propaganda, comunicaba que adquiriría en compra todo planchas usadas, la mayoría de las cuales resultaron ser eléctricas (los usuarios aprovecharon para cambiar de modelo). También ofrecían en regalo, un hermoso cuchillo de cocina a todo comprador de una plancha eléctrica. Por si esta propaganda fuese poca, la Compañía ofrecía hacer las instalaciones domiciliarias a precio sin competencia, otorgándoles a los futuros usuarios, facilidades para su pago en 10 cuotas mensualidades.
Al año de la aprobación del Contrato Concesión, o sea, en julio de 1932, la prensa local comenta que el servicio eléctrico fue mejorado en todos sus aspectos por la nueva compañía, quedando ya atrás las quejas del vecindario ante el buen servicio que se estaba prestando.
Para exhibir sus artefactos, procedieron a habilitar un salón exposición y de ventas, en la sede de la calle Rivadavia al 200. Anticipándose a las en mayo de 1932, largas noches del invierno, el Comisionado Municipal Sr. Martín Cutillo realizó un Convenio con la Compañía, para que aumentase la potencia de algunas lámparas del Alumbrado Público y se instalaran otras en lugares que se carecían de ellas, innovación que fue favorablemente comentada por la población.
Párrafos de Matthew Henry Jones