Debido a que durante los días previos a las elecciones se presentaron algunas diferencias entre los Concejales oficialistas y el Juez de Paz, Sr. Handel Davies, como consecuencia de no aprobar algunos de los actos realizados durante la campaña electoral, era previsible que el Sr. M. Cutillo en la última sesión que presidiera el H. Concejo, cinco días antes de terminar su mandato, tomase represalias contra el Sr. H. Davies, tuviese o no motivos para ello, logrando aprobar con los votos de los Concejales señores Fortunato Aidar y Ángel Salvo, la suspensión en sus funciones del Juez de Paz, con orden de hacer entrega del Juzgado al Juez Suplente, Sr. Gilberto Humphreys, por incumplimiento de sus deberes. A esta Resolución se opuso con su voto el Concejal Sr. Alberto C. Thomas, mientras que el Concejal Sr. David Owen faltó a la sesión por encontrarse indispuesto.
Esta acción era completamente injusta y así lo interpretó gran parte de nuestra población, los que de inmediato organizaron, con el intervalo de dos días, dos grandes reuniones públicas en el Teatro Español, en las que se apoyó y solidarizó con la actitud asumida por el Sr. H. Davies, de no hacer entrega del Juzgado, al Juez de Paz Suplente Sr. G. Humphreys, remitiéndose sendos telegramas a los señores Ministros del Interior y de Justicia. En estas reuniones se puso de manifiesto que la resolución en cuestión, no contó con el voto favorable del Sr. Alberto C. Thomas, criticándose la actitud de los Concejales señores M. Cutillo, F. Aidar y A. Salvo, quienes con su voto cometieron un verdadero atropello a los fueros judiciales, el que fue considerado como arbitrario, siendo el resultado de una verdadera venganza partidaria.
Después de las elecciones el H. Concejo designó al Sr. F. Aidar para ejercer el cargo de presidente y muchos supusieron que se revertiría la situación, dejando sin efecto la medida tomada por el presidente anterior, pero lamentablemente nada se hizo en este sentido y sus consecuencias fueron tales, que poco faltó para que el Comité Independiente se dividiese, perdiendo la mayoría que hasta ese entonces venía ostentando desde 1920, pues como quedó de inmediato demostrado, el Sr. Handel Davies era una persona muy apreciada en toda la zona y centenares de personas lo apoyaron en su actitud, aún por partidarios del mismo Comité Independiente, actitud que más tarde se vio más comprometida, al ordenársele la entrega de su despacho al Juez de Paz Suplente, quien al poco tiempo solicito una larga licencia, razón por la cual, meses más tarde fue reemplazado por el Sr. Francisco Pérez Vargas nombrado directamente por el Sr. Gobernador, resolución que llamó la atención porque se suponía que lo más acertado hubiese sido poner al Sr. H. Davies del que injustamente había sido separado. en el cargo
Con esta injusticia el prestigio del Sr. Handel Davies se vio aún acrecentado, el que se mantuvo incólume cuando volvió a ocupar su cargo el 5 de enero de 1935, cuando planteado el caso por el Concejal Sr. Laureano Otero, de la Unión Vecinal, fue apoyado por los votos del Presidente Sr. Alberto C. Thomas y del Concejal Sr. José M. Alonso del comité Independiente, puesto que desempeñó a satisfacción año 1958, en que renunció al de todos hasta el mismo para ir a ocupar el de Ministro de Gobierno en el Gabinete del Dr. Jorge J. Galina. También el 2 de enero de 1935 se hizo cargo de su puesto el Juez de Paz Suplente Sr. Gilberto.
Para el 1 de mayo, siguiendo una costumbre de los últimos años, el Comité Independiente obsequió a sus simpatizantes con un suculento asado que se sirvió en la zona del Puente Hendre, pero en esta ocasión la reunión resultó un fracaso por la escasa concurrencia que a él asistiera, debido al problema que se había planteado con la suspensión impuesta al señor Handel Davies como juez de Paz de la localidad.
Fragmento del libro “Trelew, un desafío patagónico”, de Matthew Henry Jones (El Regional)