
Las perspectivas para el año que comenzaba eran halagadoras, advirtiéndose en el ánimo de los productores y en el ambiente en general, un optimismo bien fundado ante la posibilidad que en el año 1935 se lograra encauzar al país hacia mejores rumbos en el orden económico; para ello se basaban en el mejoramiento que se venía observando en los precios de los productos agropecuarios y que se suponía, como en realidad ocurrió, que los mismos no sólo se mantendrían, sino que se acrecentarían con el tiempo. De ahí que se esperaba que 1935 sería un año de extraordinarias realizaciones con el encauzamiento de la economía nacional, consolidando nuestro comercio, industria y actividades en general.
En los primeros días de enero se hace cargo de sus funciones de Comisario de Policía, el Sr. J. F. Abondanza, quien venía precedido de su eficiente actuación al frente de la Comisaría de Puerto Madryn, donde además de haber ejercido una estricta vigilancia, dirigió la construcción del nuevo edificio de la dependencia con la gran ayuda pecuniaria del vecindario. Su traslado a Trelew obedeció también al deseo de sus superiores que aquí también se abocase a la construcción del nuevo edificio de material, en reemplazo de las viejas dependencias levantadas con chapa de zinc en 1901, por el Batallón del Regimiento del 6 de Infantería de Línea. Cuando llegó a Trelew ya se encontraban al costado de la Comisaría, los ladrillos que debían emplearse para la construcción. También se ocupó de renovar las mangueras de incendio, las que encontró en malas condiciones, por no decir en estado inservible.
Fragmento del libro “Trelew, un desafío patagónico”, de Matthew Henry Jones (El Regional)