
Mucho entusiasmo reinaba no sólo en la zona sino también en Comodoro Rivadavia, ante el desarrollo de la carrera automovilística Trelew – Madryn-Rawson- C. Rivadavia y regreso, la que se corrió entre el 8 y 10 de febrero. Esta carrera se procuró realizarla para el 12 de octubre del año anterior, pero debió postergarse por causas de fuerza mayor, observándose que en su programación se introdujo un pequeño cambio en su recorrido, ya que la salida hacia Madryn se efectuó desde Trelew y no desde Rawson, como se pensó en principio. Se inscribieron para participar seis corredores, tres por C. Rivadavia, dos por Rawson y uno por Trelew. Efectuado el sorteo los corredores partieron en el siguiente orden: con Nº 1 J. Carbonel, con Ford V.8; Nº2 Pedro Corradi, con Ford V.8; Nº 3 C. M. Ayllón, con Romeo; Nº 4 N. Rosas, con Hudson; Nº 5 C. Pella, con Chevrolet y Nº 6 Ernesto J. Laporte, con Ford V.8.
La largada se efectuó en el camino hacia Madryn, frente a las instalaciones del Tiro Federal Trelew, donde salieron con intervalos de 5 minutos, ante una gran y entusiasta concurrencia. De allí el público se apresuró en trasladarse hacia el camino que conducía a C. Rivadavia, con el fin de poder observar el paso de los corredores que, por la ruta 3, se dirigían desde Rawson hacia el sud. La primera etapa, a la que arribaron sólo dos corredores, fue ganada en forma brillante por el crédito local que conducía el coche Nº 2, señor Pedro Corradi, quien llevaba como acompañante al señor Nino Dante Violi. Realizando una excelente performance, segundo se clasificó el coche conducido por el señor Ernesto J. Laporte, a sólo 7 minutos del ganador. El resto de los corredores debieron desertar por fallas mecánicas, con excepción del corredor Carbonel, el que debió abandonar a raíz de un vuelco que sufriera en las cercanías de Garayalde.
El regreso se había programado para el día siguiente, pero a raíz de la lluvia que cayera en C. Rivadavia se postergó hasta el miércoles 10 de febrero, en cuya etapa el señor P. Corradi venía ganando cómodamente, pues hasta Malaspina había logrado sacarle otros 2 minutos de ventaja a su perseguidor, cuando se le salió una rueda trasera al coche por haberse aflojado los bulones que la sostenían, sin que felizmente sufriera daños personales. Al llegar el corredor E. J. Laporte, en un gesto caballeresco que lo honraba, detuvo su marcha ofreciendo su ayuda, más ella no era necesaria por lo que reanudo su marcha. Después de una detención de 14 minutos, el coche Nº2 reanudó su marcha llevando en esos instantes un atraso de 5 minutos con relación al conductor del Nº 6; y es aquí que se pone una vez más de manifiesto la calidad del piloto del coche Nº 2, al llegar a Rawson con sólo medio minuto de diferencia con el paso registrado por el señor Laporte, a quien no pudo pasar en el camino, debiéndose conformar con seguirlo de cerca hasta la meta, la que cruzó 1/5 de segundo después. Si bien el señor P. Corradi perdió la etapa, ganó la clasificación general por poco más de dos minutos con ello los interesantes premios instituidos para vencedor.
Fragmento del libro “Trelew, un desafío patagónico”, de Matthew Henry Jones (El Regional)