martes, 17 de junio de 2025

Ni bien se hicieron cargo del Municipio local los representantes del Partido Peronista, triunfante en las elecciones de noviembre de 1951, comenzaron a circular rumores en el sentido que se estaba proyectando expropiar al Salón San David, para transformarlo en un Mercado Municipal. Al trascender estos rumores, el semanario “El Pueblo”, en sus ediciones desde el 18 de julio de 1952 en adelante, salió en defensa de las viejas Instituciones locales, manifestando en su edición del 15 de agosto que “La colectividad galesa primero, italiana y española después, con grandes sacrificios, esfuerzos, perseverancia y de interés de sus componentes, lograron construir tres magníficos salones para sus fiestas y reuniones sociales que en su tiempo, ningún particular podría llevar a la práctica con éxito”. Claro que ello se logró merced a la colaboración del pueblo todo.

“Un caso similar se presentó en Mar del Plata, donde el Concejo Deliberante había resuelto expropiar el Club Gral. Pueyrredón, pero el sano criterio del Señor Intendente, procedió a vetar la respectiva ordenanza”. En su edición del 20 de agosto “El Pueblo” continúa:

“De lo transcripto se deduce que allí, como acá, hubo concejales apresurados…”.

“Los de acá, pretextando la necesidad de ampliar oficinas municipales, eliminarían un centro que desarrolla una ponderable acción cultural, recreativa y deportiva. A los nuestros, arguyendo la conveniencia de crear el Mercado, les “pareció” lo más rápido o fácil transformar una de las Salas de espectáculos, considerada justamente la más necesaria y aprovechable para fines benéficos, fiestas populares y concentraciones de carácter patriótico, propiedad de una Institución de Cultura y Beneficencia, con casi medio siglo de existencia, en vez de construirlo de acuerdo a las necesidades en la materia”.

“El edificio nuevo costaría menos, sería moderno y se aprovecharía un amplio terreno adquirido por anteriores Concejales hace unos quince años para ese mismo objeto: para el tan necesitado Mercado Municipal, ahora factible de levantarlo porque lo permiten finanzas municipales”.

“Por fortuna, el buen sentido del Señor Intendente marplatense; la lógica y unánime reacción de la opinión pública de Trelew, contraria a todo intento de “destruir” en lugar de crear nuevas obras, tanto como al temor de verse privada del verdadero centro de expansión benéfico-recreativo, han hecho posible la rectificación de ambos proyectos, buscando la solución de los problemas por las vías adecuadas e igualmente convenientes para el erario municipal.

Con lo transcripto parecería que las autoridades peronistas hubieran desistido de efectuar esta expropiación, pero su amenaza persistió durante todo el período en que se mantuvieron en el poder (hasta 1955), ya que cuando dejaron de lado la “urgencia” del Mercado Municipal, encontraron otro “caballito de batalla” en la necesidad de poder dotar de un salón que sirviera de gimnasio a los alumnos del Colegio Nacional.

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