El Reverendo Abraham Matthews, el único pastor que había quedado en la Colonia de los tres que vinieron en el “Mimosa”, vio que el aislamiento en el que vivían no era bueno para los colonos. Habían surgido problemas entre ellos, por todos los inconvenientes que debieron enfrentar, lo que produciría una mala información tanto en Gales como en Estados Unidos y frustraría nuevos asentamientos galeses en la Patagonia.
Decidió vender la producción obtenida de su trabajo como agricultor y viajó a Gales. Llegó a Liverpool el 15 de mayo de 1873. “Desde allí pasé directamente a Y Bala para entrevistar al Reverendo Michael D. Jones, pues era él en Gales y en esa época, el más interesado en la Colonia, y aunque había perdido de tres a cuatro mil libras esterlinas a causa de la Colonia y sus derivados, no por eso perdió su celo, ni se enfrió su ‘cariño por la causa’, sino que perdura hasta hoy” cuenta en el libro que escribiera años más tarde.
Sus conferencias sobre la Patagonia durante tres meses por todo Gales y otros tres meses por Estados Unidos, alentaron a muchos a adherirse al proyecto galés. Así en 1874, llegaron dos contingentes a Chubut: uno desde Gales, con cuarenta y nueve inmigrantes y otro desde Estados Unidos con treinta y cinco.
Estos nuevos pobladores, ya tenían una idea, acerca de qué vicisitudes y con qué esperanzas se podían encontrar.
Mientras tanto en Chubut, John Griffiths y Edward Price tuvieron una excelente cosecha de trigo y la vendieron en Buenos Aires a muy buen precio. Allí conocieron a William Parry, un comerciante galés, con un negocio importante llamado: “Rook, Parry y Cía”. Luego de ponerlo al tanto de lo que sucedía en la Colonia, Parry decidió instalar un comercio similar en Chubut. Compró la nave “Irene”, la cargó de mercaderías y abrió un negocio en Rawson, el que estaría a cargo de Edward Price. Construyó un pequeño depósito cercano al mar, enseguida comenzó a cambiar la mercadería por trigo, pieles, plumas, y otras cosas. Así se inició el primer negocio estable.
Los nuevos colonos llegados al Chubut, provenientes de Estados Unidos, en el “Electric Spark”, trajeron herramientas y maquinarias indispensables para la agricultura, pero al llegar a Brasil, el barco naufragó en sus costas y si bien, ninguno perdió la vida, sí perdieron todo lo que traían. La mayoría llegó únicamente con lo puesto.
Los flamantes inmigrantes venidos, tanto de Estados Unidos como de Gales, fueron recibidos con mucha alegría por los pobladores, y una vez instalados, también se sumaron a las tareas propias del lugar. Se abrieron más canales, sembraron mayor cantidad de cereales, intentaron construir pequeños diques en el rio, pero la fuerza del agua los fue destruyendo. Afortunadamente, igual obtuvieron buenas cosechas.
Por Stella Maris Dodd, del libro “Chubut Tierra de Arraigos”.