El prometedor desarrollo de Vaca Muerta, visto bajo el prisma de la posibilidad de que multiplique el ingreso de dólares de la mano de mayores exportaciones está ahora en riesgo, dado que desde el gobierno nacional se acaba de convocar a las refinerías del país a una reunión urgente para tratar algo que parece un deja vú del peor momento del gobierno de Mauricio Macri: un congelamiento del precio de los combustibles que podría poner un freno en la actividad en la formación shale.
La convocatoria fue confirmada por diversas fuentes de la industria petrolera a este medio, quienes detallaron que solo fueron invitadas a las citas las principales refinerías del país como son YPF, Axion de Pan American Energy, Raízen que llega a la calle con la marca Shell y Trafigura que lo hace bajo el logo de Puma.
Los anfitriones serían la secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón y es posible que esté presente dada la seriedad del pedido el ministro de Economía, Sergio Massa. Y es que la propuesta que Nación busca consensuar con las firmas fue revelada por el sitio Econojournal y es, nada más y nada menos, que un nuevo congelamiento en el precio de los combustibles.
Ayer lunes se esperaba que las refinerías pusieran en marcha el aumento del 4% que tienen acordado para este mes con el gobierno nacional a partir del programa Precios Justos, pero el mismo no se dio. Ese aumento es ya de por sí una concesión dada por las refinerías dado que desde 2017 el precio de los combustibles es libre en el país y no requiere de la autorización del gobierno nacional para ser modificado..
Pero el gobierno tiene la sartén por el mango en este sector, dado que YPF concentra más del 55% del mercado de los combustibles del país y es la que termina definiendo si los combustibles suben, cuándo y cuánto.
Atraso o no atraso en los surtidores
Precisamente anoche una serie de artículos se multiplicaron en varios medios de comunicación de Buenos Aires, generando el escenario adecuado para la reunión que en estos momentos está por comenzar en el Palacio de Hacienda. Y es que reportaron que el CFO de YPF, Alejandro Lew, habría dicho en una charla con inversores con motivo de la presentación del balance del primer trimestre del año que no habría necesidad de aumentar el precio de los combustibles por el efecto de la baja del precio internacional del petróleo.
Esos artículos serían lo que en simples palabras se suele definir como una operación de prensa, ya que Lew no dijo eso en la charla con inversores, sino que señaló que gracias a la baja del precio internacional del crudo se redujo la brecha entre los precios de importación y de venta en el país haciendo que el acuerdo de aumentos del 4% sea el camino correcto a seguir.
Y, de hecho remarcó que la intención de YPF es seguir con los aumentos mensuales de, al menos un 4%, para contrarrestrar el impacto de la inflación doméstica.
En agosto de 2019 el entonces gobierno de Macri también congeló el precio de los combustibles, una herramienta que parece estar al tope de las recetas para frenar la disparada de la inflación pero que en la prácticamente tiene un efecto mucho más nocivo que productivo.
Es que por un lado, el traslado a precios de los aumentos de las naftas no es lineal, sino que se estima que mantiene una relación de casi 10 a 1, es decir que una suba del 4% en el precio de los combustibles podría generar un encarecimiento general, o inflación, del 0,4%, aunque claro está que ese cálculo es variable.
Los riesgos para Vaca Muerta
Pero lo que sí garantiza un congelamiento en el precio de los combustibles es un latigazo negativo en el segmento de la producción de petróleo, la niña bonita de Vaca Muerta que hoy mismo había tenido la positiva noticia del inicio de la carga de crudo para la exportación en el Oleoducto Trasandino.
En el caso de YPF, por ejemplo, cerca del 45% de los ingresos de la operadora provienen de la venta de combustibles y son esos ingresos los que financian la mayor parte de su plan de inversión que en este año se había estimado en 5.000 millones de dólares.
En 2019 la gestión Macri no solo definió un congelamiento del precio de los combustibles sino también una pesificación del precio del petróleo. Esto hizo que el valor real cobrado por las productoras de petróleo cayera considerablemente y se tradujo en Neuquén en el retiro de una decena de equipos de perforación.
El resultado de la reunión convocada en Hacienda marcará la suerte de Vaca Muerta en los próximos meses, ya que una medida demasiado fuerte podría terminar cuajando en la imagen del sacrificio de la gallina de los huevos de oro, y redundar a fin de año en una caída de las exportaciones de petróleo y por ende, en un menor ingreso de dólares al país.