En 1933, el Dr. Nicanor Amaya presentó a una Asamblea General de la Sociedad Rural de Esquel, especialmente convocada al efecto, un proyecto para la creación de un hipódromo en Esquel con fines de fomento de la raza equina, cuya necesidad se hacía imprescindible con miras a la provisión de caballos de calidad al Ejército cuya implantación en la Patagonia estaba entonces preparándose. El proyecto fue aprobado con entusiasmo por la unanimidad de los presentes, que sumaban cerca de 30 personas.
Los trámites fueron largos y después de varias alternativas, con fecha del 15 de noviembre de 1937, el P.E. de la Nación, por decreto número 118.807, concedió a la entidad recurrente la autorización para hacer funcionar en el departamento Futaleufú, de este territorio del Chubut, y solamente durante el mes de febrero de cada año, un circo de carreras conforme a las disposiciones de la ley número 11.242, denominada “de hipódromos”.
Económicamente, el asunto ofrecía pocas perspectivas, sin embargo, merced al entusiasmo y la dedicación de la Comisión Directiva, se consiguieron buenos subsidios de la Comisión Superintendencia de Hipódromos y el Patrocinio del Jockey Club de Buenos Aires. Hubo algunas dificultades en la adquisición de un terreno apropiado, pero todos los obstáculos fueron vencidos y a la puerta de Esquel, en el camino a Trevelin, el 1 de febrero de 1943, empezó a funcionar el hipódromo. El primer año, solo con carreras extraoficiales para mestizos, y los años subsiguientes, con una y hasta tres de S.P.C.
El primer año, el Jockey Club de Buenos Aires destacó uno de los mejores colaboradores, el señor Max Guillermo Proassi, (hoy suboficial mayor de la C de Carreras del mismo) a los efectos de organizar complejos resortes que requiere esta clase de actividades y en todo momento ha apoyado eficazmente con premios y donaciones de implementos y otras medidas técnicas. La acción del hipódromo en esta lejana comarca.
En vista de las dificultades que ofrecía el poco número de reuniones anuales, se solicitó al P.E. de la Nación la ampliación de las mismas hasta 25 reuniones anuales, a lo que accedió ese gobierno por decreto número 20.192, de fecha del 12 de julio de 1947, en una serie notable de considerandos.
En el año 1948, a raíz de un movimiento de opinión creado entre sus asociados, la Sociedad Rural de Esquel, en su Asamblea General Ordinaria, resolvió suspender definitivamente las actividades turfísticas, comunicando su decisión al S. Gobierno.
A efectos de no dejar perder lo adquirido en ese sentido y proseguir esas actividades, el 25 de octubre de 1948 se fundó una entidad que se denominó “Jockey Club de Esquel”, que consiguió su personalidad jurídica en octubre de 1949.
Por decreto N° 4.553 de fecha 1 de marzo de 1950, el S. Gobierno caducó a la Sociedad Rural de Esquel las concesiones acordadas en el decreto 118.807 del 5 de noviembre de 1937 y N° 20.192 del 12 de julio de 1947, que fueron transferidas por el mismo decreto del Jockey Club de Esquel, que reiniciará las actividades del hipódromo en la próxima temporada.
El animador local del hipódromo, Dr. Nicarnor Amaya, falleció en junio de 1949, deplorándose su desaparición prematura en todos los círculos sociales de Esquel y zona adyacente. El Dr. Lorenzo Amaya, su hermano, el verdadero y entusiasta gestor del hipódromo en esta región cordillerana, en memoria del mismo, sigue presentando su apoyo incondicional a la nueva entidad, como la prestó, siempre desinteresadamente, a la anterior.