“En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”, reza el saber popular y el intendente de Rawson, Damián Biss, lo confirma. Es que el mandatario capitalino afirmó, sin ponerse colorado, que el Programa Lotear es un éxito, que va a ser ejemplo en otras ciudades y hasta se animó a anunciar que lanzarán una segunda etapa el mes que viene.
“El plan viene muy bien, yo creo que va a terminar siendo un ejemplo a seguir por muchos municipios. Por nuestra parte, le vamos a cumplir a cada adjudicatario y lo vamos a relanzar ahora en diciembre, porque hay mucha necesidad habitacional”, aseguró Biss a FM Tropical de Rawson.
En los dos años y medio que lleva el programa en vigencia, el municipio no urbanizó un solo lote de los planes sociales e intermedio. El viernes pasado estaba anunciada la primera entrega de los primeros 99 pero se suspendió “por amenaza de viento”, según justificaron oficialmente. “Lo suspendieron porque no habían puesto ni un mojón para individualizar los lotes ni un poste de luz para simular los servicios. Era un papelón”, según una versión más ajustada a la realidad aportada a este portal de noticias por un trabajador municipal.
Las entregas fueron postergadas para el próximo viernes y de concretarse se convertirán en las primeras manzanas urbanizadas del programa a 31 meses de iniciado. Cabe recordar que el contrato establece que a los 36 meses deberán estar entregados los lotes a los más de 1.000 participantes. El programa, que según el intendente será replicado por otros municipios, todavía no urbanizó ni el 10% de ese total.
Biss reconoció en la entrevista que unos 400 vecinos participantes del Lotear social cancelaron de forma anticipada sus cuotas y que a 150 de ellos les entregaron terrenos del programa “Tierra para Todos”, llevado adelante durante la gestión de Rossana Artero y que ya contaban con todos los servicios. Dicho de otra forma, a 150 vecinos que en 2022 abonaron casi $600.000 por los servicios para sus lotes, les entregaron terrenos ya urbanizados y se les quedaron con la plata. Los otros 250 que también cancelaron, continúan esperando su tierra.
Entre los 400 adjudicatarios que cancelaron sus cuotas en 2022 aportaron al municipio $ 240 millones, que Biss comenzó a invertir tibiamente este año en la urbanización. En estos dos años y medio, el municipio utilizó el dinero para gastos corrientes y ahora dice que la plata que recaudó hace dos años no alcanza para comprar los materiales a precios actuales. En esa ecuación, los montos aportados por los vecinos quedan licuados por la inflación de estos años. Las calculadoras de inflación que están disponibles en la web afirman que los $ 240 millones que los vecinos pagaron hace dos años equivalen hoy a casi $ 2.300 millones.
El intendente jura que tenía un plan de trabajo conjunto con la cooperativa para urbanizar los terrenos pero en octubre cambió el consejo de administración y las nuevas autoridades “desconocieron el trabajo que se venía haciendo”. Biss y Yaniez anunciaron y firmaron al menos 3 veces el convenio. Pero fue una mentira más, una puesta en escena para los medios. Si hubiera existido y las nuevas autoridades de la cooperativa lo desconocían, Biss tenía todo el derecho de denunciar el incumplimiento en la justicia y seguramente le hubiera asistido la razón.
“El plan viene muy bien, la municipalidad va a cumplir con cada uno de los adjudicatarios”, pronosticó y adelantó que tienen planificado urbanizar 180 más aunque no sabe para cuándo. A solo 5 meses de cumplir el tiempo estipulado en el contrato, la gestión Biss entregó 12 terrenos del plan inversión, ubicó 150 en el programa Tierra para Todos y anunció que entregará 99 el próximo viernes si no hay viento. A pesar de que Biss jura que “no estamos incumpliendo nada”, a este ritmo, cuesta creer que para mediados del año que viene estén urbanizados los casi mil lotes que restan.
El intendente y el secretario a cargo del plan Lotear, Pablo Villalobos, son hombres de la iglesia y saben que la Biblia sostiene que el diablo es el padre de las mentiras y que no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en él (Juan 8:44). Dios no puede habitar en donde hay mentira y por eso la detesta.