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Los primeros días del año fueron de temperaturas bien elevadas, lo que aumento las quejas del vecindario por la escasez de agua corriente en la localidad. Desde el año anterior el H. Concejo había hecho gestiones para adquirir cañerías con el fin de renovar las existentes entre la Usina de Bombeo y los tanques de almacenamiento que se encontraban en la zona de La Loma, ello debido al mal estado en que se encontraban, lo que impedía elevar la presión del líquido que se impulsaba con el fin de aumentar su caudal. Debido a que habían fracasado las gestiones que se realizaron ante Obras Sanitarias de la Nación y ante la Administración de Y.P.F., el H. Concejo Municipal resolvió con muy acertado criterio, adquirir en compra a la firma Bocker y Cía., de Buenos Aires, el total de la cañería que se necesitaba, pero como el Banco no otorgaba crédito a la Comuna, los señores concejales gestionaron préstamos individuales para afrontar dichos compromisos. ¡Nuevo gesto de generosidad de nuestros concejales hacia su pueblo querido! Ante hombres tan nobles que afectaban su patrimonio particular, pese a no ser ninguno de ellos personas de gran fortuna, ¿Cómo no iba el pueblo de Trelew a seguir progresando a pasos agigantados, dejando muy atrás el que registraban sus vecinos en la zona?
A la lista de los señores concejales que no titubearon en poner su capital al servicio de la Comuna local, debemos ahora agregar los de los señores Martín Cutillo, David Owen, Fortunato Aidar, Alberto C. Thomas y Ángel Salvo.
Pero el vecindario, que no ignoraba los trámites que se estaban realizando, protestaba con sus representantes en la Comuna y hasta llegaron a decir, que todo se demoraba con el fin de efectuar los trabajos de renovación, unas semanas antes de las elecciones municipales, fijadas para el 1º de abril, para de esta manera poder el oficialismo contar con los votos de los jornaleros que trabajarían en la obra; no obstante en la Municipalidad se comentaba que la demora se debía a ciertos codos o curvas, cuyo pedido no se previó al efectuar la compra, los que luego tardaron mucho en ser recibidos.
Textos de Matthew Henry Jones