viernes, 13 de diciembre de 2024

Comienza la represión

El “Acorazado Independencia” llegó a Puerto Madryn para llevarse a Buenos Aires a los cabecillas del boicot

La llegada de la tropa fue todo un espectáculo para los chicos del pueblo que tuvimos la oportunidad de presenciarlo. La citada tropa fue trasladada desde Rawson en dos camiones de la gobernación hasta el puente existente sobre el canal de riego en la Avenida Fontana (hoy Avenida Fontana e Inmigrantes). Allí se bajaron alineados de a dos en fondo, con cuyas carabinas al hombro, emprendieron su marcha por el centro de la Avenida Fontana hasta San Martín, donde la columna compuesta por unos 20 a 24 agentes se comenzó a dividir, yendo esta última en dirección a la comisaria en San Martin al 400, 5 o 6 agentes, mientras que los restantes continuaron su marcha hasta la calle 25 de Mayo, donde el pelotón volvió a dividirse, a desplazarse parte del mismo en dirección a la plaza, mientras otros desfilaron a lo largo de la actual calle España y el resto continuó su marcha hasta la calle 9 de julio, maniobras todas estas, que eran seguidas, paso a paso, por nosotros los chicos que los acompañábamos caminado y corriendo por las veredas.

La estrategia empleada dio excelentes resultados pues cada agente tenía una misión ya fijada con anterioridad, consistente en vigilar las puertas de los distintos negocios, evitándose así que los firmantes del manifiesto pudiesen escapar; de esta manera, en contados minutos, la casi totalidad de los buscados se encontraban apresados y conducidos a la comisaría local, donde al final su cantidad ascendió a 148, de los cuales 5 fueron dejados en libertad por ser menores de edad. El procedimiento empleado no pudo ser más prepotente, como si efectivamente se tratase de temibles comunistas a los que era necesario privar de libertad, antes de que implantasen el comunismo en la zona. Los primeros en ser detenidos fueron los secretarios de Centro de Empleados de Comercio, señor Antonio de Marchi, y los de la Sociedad Obrera de Oficios Varios “Tierra y Libertad” señores J. M. Destasy y Juan Martín.

En el pueblo comenzaron a circular toda clase de rumores alarmistas, siendo el más grave de ellos que todos serían embarcados en el barco que se esperaba en Madryn al día siguiente para ser conducido a Ushuaia. Otra versión que circulaba era que al alba los cabecillas serían fusilados.

Como era muy rara la familia que no tuviese un familiar detenido, esa primera noche fue de angustia y zozobra, y en muchas casas no se durmió a la espera de conocer la marcha de los acontecimientos. Los detenidos nombraron como defensores al doctor Gregorio Alberto Soldani y al Procurador Balbino Machuca, quienes poco y nada pudieron hacer por ellos salvo la de lograr que en su traslado a Rawson los detenidos pudiesen hacerlo en vehículos de la gobernación y no a pie como lo tenían pensado hacer a la mañana siguiente.

También influyeron los defensores en esos momentos de tensa emoción, aconsejando a todos los que se habían reunido en el Centro de Empleados, que no tenían que alterar el orden, convenciéndolos de que debían permanecer tranquilos para no dar lugar a lo que buscaba el Gobernador y Jefe de Policía interino, que era precisamente que se produjera una sublevación en masa, para demostrar la veracidad de la denuncia hecha por él al Gobierno Nacional, al solicitar fuerzas a la Armada con el objeto de reprimir la revolución comunista, la que él quería hacer creer a las autoridades nacionales buscando sin dudas un cargo más elevado del que estaba desempeñando.

Con las primeras luces del alba, en camiones de la gobernación, fueron trasladados a Rawson y alojados en la cárcel donde lamentablemente tuvieron que permanecer hasta fines del mes de enero, alejados de sus seres queridos para las tradicionales fiestas de fin de año, haciendo aún más triste este episodio, al afectar a tantos hogares por la ausencia temporaria del padre, esposo o hijo que se encontraba detenido.

Para aumentar aún más la confusión reinante, al día siguiente, el viernes 18 por la tarde, llegó  a Madryn el “Acorazado Independencia”, con el fin de actuar de la forma que correspondiera y se llevase a Buenos Aires a los principales cabecillas pero los jefes de esta nave nada pudieron hacer, ni siquiera desembarcaron, debido a que si bien la huelga y el boicot seguían en todas partes, el orden era completo.

Párrafos de Matthew Henry Jones

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