
Henry Bowman llegó a Gaiman en 1890 y una de sus grandes pasiones fue fotografía. Durante los años que estuvo en la localidad valletana se dedicó a retratar paisajes, sus habitantes y sus costumbres.















Henry Bowman llegó a Gaiman en 1890 y una de sus grandes pasiones fue fotografía. Durante los años que estuvo en la localidad valletana se dedicó a retratar paisajes, sus habitantes y sus costumbres.