sábado, 27 de julio de 2024

El flamante Bachiller en Leyes, egresado de Salamanca, Doctorado en Valladolid, en 1793, fue llamado desde El Escorial por el Ministro Gardoqui, quien le anunció que había sido nombrado Secretario Perpetuo del Consulado, que funcionaría en Buenos Aires.

Belgrano llegó a Buenos Aires el 7 de mayo de 1794, dispuesto a cumplir con sus obligaciones, desarrollar y aplicar sus conocimientos teóricos. El Consulado comenzó a funcionar el mes de junio de ese año, con jurisdicción mercantil, fomento de la agricultura, industria y comercio. El Secretario debería ‘’presentar cada año una memoria Consular”

Intentó algunas reformas para subsanar “los abusos del comercio exterior y fomentar el interno reduciendo las exacciones que gravaban el mismo, facilitando la navegación fluvial, insistió en la construcción de nuevos caminos hacia Catamarca y Córdoba, Tucumán y Santiago del Estero, San Luis y Mendoza, para facilitar las comunicaciones entre Buenos Aires y Chile. Responsabilizó a expertos, organizó viajes de reconocimiento del territorio, levantó planos topográficos, se interesó en los aborígenes a los cuales busca integrar a través del comercio y evangelizar para su desarrollo como personas. Belgrano se interesó por el mejoramiento económico, los aspectos sociales y morales de la población.

El Consulado, por su iniciativa, se abocó a la construcción del muelle de Buenos Aires; inició el sondeo del Río de la Plata y reconocimiento de la costa.

Buscó el fomento de la agricultura, según sus ideas fisiocráticas. En la primera Memoria de mediados de 1796 realizó un estudio económico profundo. Bajo el título “Medios generales de fomentar la agricultura, animar la industria, proteger el comercio en un país agricultor”, sintetizó un vasto Programa Económico de Fomento de la Agricultura, la Ganadería, el comercio libre, el desarrollo y protección de la Industria Nacional. Propició la creación de una Escuela Práctica de Agricultores y otra de Comercio. Creó la Escuela de Náutica, la Academia de Dibujo, Arquitectura, Perspectiva y otra de Matemáticas.

Educación.
El Secretario Manuel Belgrano propició la educación de las primeras letras a través de escuelas gratuitas y la enseñanza de oficios, como un medio de combatir la ociosidad y los vicios. También fue uno de los primeros en interesarse por la educación de la mujer, proponiendo la instalación de escuelas “donde se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, escribir, coser, bordar y principalmente inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial, más en las mujeres que en los hombres”.

Belgrano destinó premios de 30 y 40 pesos fuertes a las niñas huérfanas del Colegio de San Miguel que presentaran una libra de algodón bien hilado.

Por María Nilda Silva

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