miércoles, 5 de febrero de 2025
La “guirnalda cívica” que le obsequió el pueblo de Cuzco a Simón Bolívar se conserva en el Museo Nacional de Colombia.
San Martín en Guayaquil recibió una distinción particular de manos de Carmen Garaycoa, ella se acercó al Protector del Perú como una vestal griega y le colocó una corona de laureles y oro. San Martín se la quitó y se la devolvió a la joven diciendole que no merecía semejante homenaje. No se sabe que pasó con esa corona.
Simón Bolívar el 25 de junio de 1825 recibió también en Cuzco una corona de laureles.
Elaborada con 47 hojas de laurel en oro, 49 perlas barrocas, 9 diamantes grandes y 274 chispas de diamantes, la llamada guirnalda cívica es considerada como una “espléndida joya” que bien parece hecha para adornar la cabeza de Napoleón o Julio César, según dice Ángel Bermúdez para la BBC.
Fue en esa ciudad donde el Libertador recibió la corona cívica elaborada en su honor, pero que él no conservó para sí, sino que la entregó al mariscal Antonio José de Sucre comandante de las fuerzas patriotas en la definitoria batalla de Ayacucho, quien a su vez se la regaló al Congreso de Colombia.
Por Miguel Ángel Martínez
Compartir.

Dejar un comentario