domingo, 29 de junio de 2025

Con la llegada del telégrafo, se cumplió una vez más la palabra del Excelentísimo Señor Presidente de la Nación Argentina, Don Julio Argentino Roca.

Promesa hecha en el mes de febrero de 1899 en Gaiman a los colonos galeses. No bien el Teniente General J. A. Roca volvió de su memorable viaje al Estrecho de Magallanes, mandó tender la línea del telégrafo, para que de una vez terminara ese brutal aislamiento que sufrían los que fueron a ganar la Patagonia para la civilización. Se trataba de tender la “línea”, antes de la llegada del perito inglés y con el propósito de facilitar de la mejor manera posible su noble misión en el laudo definitivo.

Las instrucciones prioritarias eran: iniciar los trabajos con celeridad sin mirar economías y prosiguiéndolas sin descanso desde General Conesa a Cabo Vírgenes (Santa Cruz).

La caravana estaba compuesta de un centenar de hombres, medio centenar de vehículos (carros, carretas, casillas, vagonetas), y una tropa de de cuatrocientas mulas y animales de tiro. Lenta y accidentada marcha con la operación en especial al salir de Río Negro por las inundaciones y más problemático aún donde faltaba agua. La primera tropa de piqueteros hacía el trabajo de llenar y acarrear pipas y barriles de agua, hacer depósitos en lugares donde no había, indispensable para las gentes y la numerosa mulada. El alma de esta empresa fue el Ingeniero Don José Olivera, Inspector y Jefe constructor de “líneas”, plantando millares y millares de palmas y tendiendo millones y millones de metros de alambre. Olivera siempre fue a la vanguardia de la traza “piqueándola”.

Cuando el camino del telégrafo llegó al Chubut, se sintieron aliviados por nuestro río Chubut. Olivera no solo se ocupó de la instalación de telégrafo y sus 25 oficinas que eran a la vez oficinas meteorológicas, sino que construyó el camino de la costa, sembrando pozos de agua, con miles de jagüeles y retretes. Envió informes periódicos muy valiosos al Ministerio del Interior sobre suelos, flora y fauna y poblamiento humano.

El personal de Telégrafo cuando llegó a Cabo Raso, recibió la donación del terreno, efectuada por Don Ricardo Fischer donde se levantó la estafeta. Este Señor ejercía la autoridad al ser una persona ilustrada. El edificio de Correos y Telégrafos fue levantado a una distancia de la casa provisoria de Don Ricardo de 500 metros, sobre la costa.

En la oportunidad actuó como telegrafista el Señor Juan Antonio Trucco, que siguió desempeñándose como telegrafista de “Líneas”. De guarda hilos quedó el señor Claudio Pereyra Camargo. Como Jefe (ad-honoren), el señor Ricardo Fischer y fue inaugurada el 25 de diciembre de 1900, y el día 26 librada al público. En el campamento de “Arroyito Salado”, según escribe Olivera en su diario, por nosotros conocido como “El Salado”, fue el campamento base antes de llegar a Camarones. El 7 de octubre habían parado postes hasta 12 leguas antes de Bahía Camarones.

El 10 de febrero de 1901, se inauguró la oficina de Telégrafos en Camarones, los hacendados de los alrededores invitaron a un asado a los integrantes de la Dirección Constructora, incluyendo a todo el personal. Los organizadores fueron los siguientes pobladores, Carlos Tschudi, dueño de “San Jorge”, Jorge E. Keen y Federico Haddock, dueño y administrador de “La Península”, Raúl Hasselman, hacendado y comerciante, John Creenshields y Héctor Macdonal, Vicente Zaccardi, Carlos Reid, Bernardo Granja, (ganadero), Ricardo Gurgo y Enrique Cramer, fundadores de “The Pioneers”, después de 1908 “La Margarita”.

Juan Raldph, Jorge Haddock, Alejandro Fraser, Guillermo Hutchinson, ciudadanos ingleses de “Lochiel”, y las Señoras de Tschudi, Waterson, MacDonal y Reid y las Señoritas Elisa y Heddy Tschudi.

El Señor Carlos Tschudi ofreció el almuerzo con un elogioso discurso a la obra concluida, agradeciendo al Señor Presidente de la Nación Julio A. Roca y al Señor José Olivera. Los pobladores irrumpieron en vítores y aplausos. El Inspector Olivera agradeció con frases galanas. La noche del 10 de febrero hubo baile en lo de Hasselmán.

Al ser inaugurada la estación telegráfica de Bahía Camarones el Jefe de Telégrafos quedó a cargo del Señor Mateo Echegaray, quién es reemplazado en el mes de abril por el Sr. Antonio Fortunato y Echegaray vuelve a Rawson. Queda como Telegrafista el Sr. Bernardo Constanzó, hasta marzo de 1901 y guarda-hilos: Marcos Flores, el 13 de febrero esta oficina es librada al servicio público. El 21 de marzo de 1901, se agrega la estafeta a la estación telegráfica de Camarones, con lo que pasa a ser Oficina Mixta de Correos y Telégrafos.

El 26 de enero de 1901, en Gran Bretaña fallece la Reina Victoria de Inglaterra. Hay duelo en la colectividad británica de Camarones y un poco de tirantez entre los pobladores extranjeros y las autoridades del telégrafo, porque éstos no reciben la orden de Buenos

Aires de suspender los trabajos por duelo y prosiguen sus actividades. También el señor Cameron inició un juicio a la Nación por ocupar terrenos de los que se creía propietario, alegando derecho de “primer ocupante”. El juicio no prosperó, pero demoró el trabajo de mensura. Documento de la Dirección General de Correos y Telégrafos. Año 1903, en agradecimiento a la obra terminada en tres años.

Fragmento libro Recuerdos de Camarones y su gente” de Isabel y Víctor Heiken

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