viernes, 15 de agosto de 2025

Una opción fija para quienes recorren la emblemática ruta por la Comarca. Sus propietarios, oriundos de El Hoyo, le dieron una impronta que se mantiene con el pasar de los años y sigue siendo elegida por los visitantes.
En el kilómetro 1881 de la Ruta 40, entre las localidades de Epuyén y El Hoyo, se encuentra un acogedor Restó, elegido por turistas y lugareños no solo por la calidad de sus comidas y bebidas, sino también por las paradisíacas vistas y el buen trato de quienes trabajan allí; El Balcón.

Lucrecia, propietaria del lugar, recibió a La Voz de Chubut para contar sobre la historia del sitio y como con esfuerzo y trabajo, perduran con el transcurrir de los años.

“El Balcón”, se construyó a fines del año 1999. Abrió sus puertas al público en el mes de diciembre como chocolatería, bajo el nombre “Valle de Epuyén”: “En aquellos tiempos también funcionaba una fábrica de dulces regionales”, recuerda Lucrecia.

Imagen de la década de los ´90, cuando el kilómetro 1881 de la Ruta 40 comenzaba a prepararse para una novedosa propuesta”

“Luego de los dueños originales, pasaron varios inquilinos. Entre ellos, los chicos de Cervecería La 40, una cerveza artesanal muy conocida en la comarca que todavía se produce. Ellos elaboraban cerveza y también ofrecían servicio de restaurante. En otra etapa, el lugar se llamó La Terraza de Epuyén”

En el año 2019 y, con un proyecto bajo el brazo, llegaron al lugar Lucrecia y Chiqui. La idea, según relata la entrevistada, fue sumar una propuesta gastronómica al destino Epuyén.

La construcción tiene más de 25 años y, luego de varios inquilinos y proyectos, hoy cuenta desde hace seis, con la de “El Balcón”, opción fija para quienes recorren la Ruta 40.

“El Balcón siempre nos gustó mucho; lo visitamos muchas veces con familia y amigos. Siempre nos encantó la vista”

Desde aquel entonces, “El Balcón” ofrece una experiencia gastronómica en un espacio pequeño y acogedor, donde la gente se encuentra y disfruta de momentos únicos: “Desde nuestros platos y la decoración, hasta el paisaje maravilloso del Valle de Epuyén”.

El interior del lugar, contempla una decoración con objetos antiguos; como una caja registradora del año 1920, con la que el visitante aprovecha la ocasión para tomarse fotografías. También, hay teléfonos antiguos que, según cuenta Lucrecia, los niños disfrutan usar: “También tenemos libros de historia o revistas turísticas para leer mientras se espera la comida”.

 

Imagen de la caja registradora de 1920, marca National. También sobre la barra, un guindado que se ofrece de cortesía a quienes visitan el lugar.

“Muchos turistas nos cuentan que conocieron el lugar ya desde el 99. Algunos incluso se sacan la misma foto que hace 25 años, con el valle de fondo. Es un sitio muy conocido por turistas y vecinos, y siempre ha sido un punto de encuentro para viajeros. En la comarca, todos saben dónde está El Balcón y muchos tienen anécdotas acá”

Esta propuesta ofrece, además, una gran cantidad de productos regionales, como las cervezas artesanales Pestrebola y Murrayana, los jugos naturales de Chacra Pura Vida, Alfajores Epuyén, gin artesanal Kurruf, además de dulces y vinos chubutenses.

 “La gastronomía nos gusta mucho, así como charlar con la gente… Por eso emprendimos en este rubro, más aún cuando se nos dio la oportunidad de hacerlo en un lugar tan emblemático de la comarca”

El patio exterior, con vistas al Valle de Epuyén

En los platos también se utilizan productos locales como cordero, trucha, fruta fina y más. “Esta comarca tiene una producción de excelente calidad”, agrega Lucrecia.

En la cocina, como en la atención al público, también se desempeñan Sebastián y Karen. Todo el equipo de trabajo, contagia la idea de una propuesta que contempla la tranquilidad para el visitante; disfrutando el momento, el paisaje, la comida y las charlas, y hasta la calidez de una estufa a leña… La pausa ideal en la Ruta 40 para pasar un momento agradable.

Sebastián (cocina), Karen (atención al público) y Lucrecia, recibieron a La Voz de Chubut en “El Balcón”

“Han pasado varios dueños y allí sigue El Balcón, en el kilómetro 1881 de la Ruta 40, con su vista al valle, su calidez y siempre algo rico para acompañar esa pausa necesaria en el camino”, concluye Lucrecia.

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