A mediados de diciembre del año pasado, el gobernador Mariano Arcioni lanzó con bombos y platillos una línea de “créditos individuales para la construcción de unidades habitacionales”, la cual demandaría una inversión de más de $500.000.000.
En la presentación del ambicioso proyecto, Arcioni, desde el atril de casa de Gobierno, aseguró que “es una línea de créditos que va a significar para el 2022 una inversión de 500 millones de pesos, con los que vamos a llegar a toda la provincia y todos los pueblos del interior”.
La gerente general del IPV y ahora militante del Frente Renovador, Ivana Papaianni, quedó encargada de administrar los recursos y repartir los créditos, que se presentaron como la solución a los problemas habitacionales de la provincia.
A 10 meses del lanzamiento, Papaianni reconoció al periodismo, al salir del municipio tras la firma del correspondiente convenio con intendente Biss, que “tienen algo más de 30 créditos activos en la provincia”. La funcionaria reconoce que después de tan publicitados anuncios gubernamentales, sólo han logrado colocar TRES CRÉDITOS MENSUALES.
Seguramente en todo este tiempo haya más comunicados de prensa que hablan sobre el tema y fotos de funcionarios que créditos otorgados. Un verdadero éxito de gestión. Si tomamos en cuenta que el IPV tiene unas 20 mil personas inscriptas con necesidades habitacionales, al gobierno le llevaría unos 555 años cubrir toda la demanda.