
Las tropas realistas al mando de Pio Tristán se habían ubicado a las puertas de Salta y se parapetaban en el portezuelo. Su posición era infranqueable. El general Belgrano, en medio de lluvias torrenciales, logró acercarse al portezuelo y el capitán José Apolinario Saravia penetró hasta el campo de castañares, mientras que una avanzada de caballería creaba en el flanco sur una maniobra de señuelo.
El 20 de febrero de 1813 el general Manuel Belgrano ataca con éxito a los españoles librándose una batalla enérgica y sangrienta donde murieron 378 realistas y 103 patriotas, en el sector que hoy se llama Campo de la Cruz. La batalla duró aproximadamente tres horas y se definió a favor de los patriotas cuando surgió, listo para la lucha, un contingente de gauchos bien montados, envueltos en ponchos azules. Este destacamento fue armado y comandado por la valerosa capitana del ejército Martina Silva de Gurruchaga.
Belgrano escribe en el acta del cabildo el 24 de febrero, luego de la victoria: “Aquí concluye la dominación de los tiranos”. El 8 de abril de 1818 Belgrano fue premiado con un sable remachado en oro y 40.000 pesos, que dona en su totalidad para la construcción de cuatro escuelas.
Por Miguel Ángel Martínez