sábado, 27 de julio de 2024

El miércoles pasado aparecieron más contratos que el ministro de Seguridad, Miguel Castro, realizó a comienzos de año y que misteriosamente permanecieron ocultos hasta el final de la gestión, cuando debieron ser publicados en Boletín Oficial por miedo a las consecuencias judiciales.

Los contratos tuvieron vigencia entre el 1 febrero y el 30 de junio de este año y demoraron más de 10 meses en ser publicados en Boletín Oficial, con todos con los plazos de registro vencidos.

El martes el Ministerio de Seguridad publicó también otra larga lista de contratos de personal de comienzos de año, que sin ninguna justificación estuvieron ocultos.

En este año y medio al frente del Ministerio, Castro utilizó al Estado para beneficio propio y el de sus allegados, ampliando presupuestos y organigramas para meter a trabajar a familiares, amigos y militantes en planta permanente.

El triste paso de Castro por la función pública será recordado como un fiel representante de la casta política, que utilizó los recursos del Estado en beneficio propio y no resolvió los problemas de la gente.

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