A comienzos de diciembre de 2021, el gobernador Mariano Arcioni presentó una línea de créditos hipotecarios que demandaría a lo largo de 2022 una inversión de más de $500 millones y daría soluciones habitacionales a todos las localidades de la provincia. “Estos créditos van a significar a muchas familias poder acceder o construir su propia vivienda, es en 300 cuotas con tasa cero”, anticipó.
El programa no arrancó bien y en los primeros 10 meses, apenas otorgó 30 créditos, es decir 3 por mes.
La gerente general de IPV, Ivana Papaianni, reconoció que el programa no traía la fluidez esperada y que la poca cantidad de créditos entregados eran “consecuencia de los recortes presupuestarios que sufrió el instituto” pero redobló la apuesta: firmó un convenio con el intendente de Rawson, Damián Biss, para que los adjudicatarios de terrenos del IPV en la capital puedan acceder a los créditos y prometió que 2023 la inversión iba a ser mucho mayor, alcanzando a más sectores de la población, lo que provocó enorme expectativas entre los 30.000 inscriptos en el Instituto Provincial de la Vivienda.
A casi dos años de aquel gran anuncio, el gobierno apenas otorgó 92 créditos, lo que promedia 3.83 créditos por mes en toda la provincia.
A lo largo de estos años, los anuncios del gobernador Mariano Arcioni han sido rimbombantes y grandilocuentes, ocuparon los principales títulos de las portadas de los diarios pero que con el tiempo quedaron en eso: un show mediático y nada más. Las ilusiones de la población por conseguir el sueño de la casa propio deberán seguir esperando porque con este gobierno no se van a concretar.