El miércoles pasado dos Ministros del Superior Tribunal de Justicia respondieron a la invitación del primer mandatario provincial, Mariano Arcioni, a un almuerzo en la residencia oficial de la peatonal Fontana. El ingreso es siempre mejor por calle Moreno, uno pasa inadvertido y además queda más cerca de la cocina y el comedor. Los Jueces ingresaron por la cocina, recibidos por su excelencia y su sonrisa gardeliana, con la amabilidad del excelente cocinero y mejor persona “Poti” Aragolaza.
La residencia, que a comienzos de la gestión Arcioni fue objeto de un “tratamiento” para sacar espíritus y fuerzas “extrañas” bajo la supervisión de Rafael Cambareri, es un lugar acogedor, bien iluminado, propicio para un almuerzo distendido.
Durante el encuentro se trataron con superficialidad diversos temas hasta que el Escribano fue al punto motivo de la invitación a los Ministros, que no era otro que la urgente designación de Oscar “Cacho” Antonena como administrador del máximo órgano de la justicia chubutense.
Los jueces escucharon con atención el pedido y los argumentos de Arcioni, quien expresamente les habría dicho: “No se demoren más de 10 días en la designación de Cacho”, habría fundado este pedido “en el merecimiento del actual Ministros de Economía por su gran labor en el manejo de las finanzas provinciales” y habría aportado un dato muy interesante: “Necesito que sea rápido, porque tengo que hacer unos cambios de gabinete y el cargo en la justicia sería puente de plata para Oscar”.
Los ministros escucharon y le recordaron al Gobernador que eso depende del plenario de los seis jueces que conforman el cuerpo colegiado como el que integran.
Antonena satisfecho
En el Ministerio de Economía, Antonena transmitió, ante el cada vez más reducido grupo de incondicionales por miedo a filtraciones, el perentorio plazo de diez días planteado por el Gobernador, en el almuerzo con los jueces, para su designación en la justicia.
Exultante, Antonena les habría dicho que “ya tengo tres votos seguros, los ministros que visitaron a Mariano son amigos y con Silvia no hay problemas porque me dio una listita con cinco nombres de la UCR para nombrar en la Justicia una vez que yo esté de administrador”. Y habría agregado: “Me pidieron que me acerque a Vivas porque hace tiempo que no hablo y ya hice el contacto, ustedes saben que para convencer soy encantador”.
En el gobierno no perciben el rechazo que provocan en los agentes públicos y más finalizando el mandato, con abusos y acomodos a la vista de todos. Ese enojo transforma a los mozos, jardineros, policías, secretarios y demás miembros de la administración pública en fuente inagotable de información.
Mariano no lo entiende pero ya lo sufrirá en carne propia, el único leal cuando no tenga más poder hubiera sido su hermoso y compañero perro «Moro», él nunca le hubiese fallado, todos los demás “incondicionales” lo desconocerán e incluso denunciarán. Tiempo al tiempo.