miércoles, 15 de enero de 2025

De aquellos 24 ilustres ciudadanos que nos legaron nuestra primera constitución en el año 1957, Carlos Félix Ibarra fue uno muy destacado. Porteño, pero tan aquerenciado en el sur que ya casi ni lo recuerda. A los nueve años se afinco en Viedma (Rio Negro) y siendo muy joven se vino para el Chubut. Radicado desde entonces en Trelew, fue uno de los hombres que ayudaron a escribir nuestra historia.

Cuenta Don Carlos que fue elegido constituyente en 1957 en representación del partido Demócrata Progresista. “Hicimos una muy buena elección, entramos con casi tres mil votos a pesar de ser un partido chico que recién surgía y pudimos integrar la Asamblea con dos constituyentes: Guillermo López Bravo y yo. No lo podíamos creer”.

Admirador incondicional de Lisandro de la Torre, Ibarra es un hombre de profundas convicciones democráticas, como tal lo único que lamenta es que el Partido Peronista  no haya podido integrarse a la Constituyente del 57 por estar proscripto. “Igualmente muchas cosas que son base de su doctrina fueron volcadas a la flamante constitución, pero fue lamentable, y esto lo digo como demócrata, que no haya podido participar>, dice Ibarra.

Elecciones para constituyentes

En las elecciones del año 57 para elegir a los representantes que integrarían la Convención Constituyentes, estos fueron los guarismos resultantes que nos aporta nuestro entrevistado: UCRI 10.444 votos; U.C.R del pueblo 8.871; Democracia Cristiana 3.878; Demócrata Progresista 2.685; Socialista 3.237.

Inmediatamente se comenzó a trabajar: “Primero empezamos con las reuniones previas, y se dividieron las comisiones que iban a trabajar en los distintos temas, sobre todo para ponernos de acuerdo y que después cuando empezara a sesionar la Asamblea no fuera una bolsa de gatos”.

-¿Qué significo para usted ser constituyente?

-Para mí fue un orgullo, yo estaba en tercer lugar en la lista y el primero no acepto y tampoco el segundo, porque claro, era ad-honorem, así que muchos no aceptaron, pero para mí fue una gran satisfacción, piense que armamos la provincia: El poder Legislativo, el Judicial, el legislativo, Educación, los organismos, en fin, todo…. Por eso, yo siempre digo que se debiera decretar, por ley, Feriado Provincial el día que se promulgo la Constitución. Si así nació Chubut como provincia. Eso primero que nada y después tendría que ponerse en todos los pueblos el nombre de Constituyentes a una calle, a una avenida, en otras ciudades del país siempre encuentra una calle con ese nombre.

RAWSON CAPITAL

Quizás uno de los temas que genero más debate en aquellos días fue fijar la cede de la Capital de la flamante provincia. Sabido que es Comodoro Rivadavia tenía aspiraciones de serio, y por cierto la ciudad petrolera contaba con su pujanza y su infraestructura para pretenderlo. O sea Rawson, o era Comodoro.

-¿Nunca se habló de Trelew?

-No, en ese momento los de acá pensábamos que históricamente Rawson tenía ganado ese lugar. Yo fui uno de los defensores acérrimos y pelee por eso. Pero es cierto, se discutió mucho. El día que teníamos que definir lo de la Capital el Salón de los Constituyentes en la Casa de Gobierno estaba lleno de gente. Comodoro proponía que Rawson fuera la Capital “provisoria” y que más tarde se llamara a elecciones para que se eligiera la definitiva. Pero si nosotros aceptábamos eso, seguramente la capital no hubiera sido Rawson, porque si se hacían elecciones, por una cuestión numérica, Comodoro con el apoyo de otras zonas habría ganado por mayoría. En la sesión del día 21, Francisco Salvador, que era de Comodoro pidió la palabra anticipadamente y propuso lisa y llanamente que se designara como capital a Comodoro Rivadavia, nosotros no entendíamos nada, así que yo que tenía que hablar más tarde, casi en último lugar, también pedí la palabra y defendí la postura que habíamos tomado de que fuera Rawson, y en forma definitiva, la Capital.

El encendido discurso de Don Carlos Ibarra, ese día, fundamentando porque debía ser Rawson la capital fue ovacionando por el público allí presente y alguien más memorioso que el que dice no recordarlo, asegura que fue llevado en andas unos metros al terminar la sesión del día 21 en la que por una unanimidad de decidió que fuera Rawson y no otra ciudad la Capital.

-¿Nunca se arrepintió? 

-No, para nada, pero a veces con algunos amigos de la Constituyente, charlando, hemos pensado ¿y si la hubiéramos fijado en Paso de Indios, por ejemplo? Eso por decir un lugar que estuviera en el centro casi de la Provincia, cerca del Rio Chubut y a mano de toda la población de la provincia. Pero por supuesto que es un decir, nada más. Pero es cierto, ese punto, el de la capital, fue el más peleado, después en general siempre hubo acuerdo y coincidencias.

Trabajando contra reloj

“Cuando estábamos en plena labor, llego la noticia de que la constitución tenía que estar lista antes de fin de año. Una ley nacional que habían sacado determinaba que para poder participar de las elecciones que se realizarían al año siguiente, tenía que estar promulgada la constitución sino seguíamos siendo territorio nacional por otros cuatro años. Así que hubo que trabajar muchísimo para llegar en término, no dormíamos, hasta las cuatro o cinco de la mañana estábamos y no teníamos nada, ni taquígrafos, ni lugar donde reunirnos, porque en el salón de la Casa de Gobierno sesionamos cuando empezó la Constituyente, pero todo el trabajo y las reuniones previas se hacían donde se podía, y además no hay que olvidarse que todos teníamos nuestros trabajos particulares. Casi sin dormir estuvimos ese último tiempo, pero lo logramos. Trajimos taquígrafos de Mendoza me acuerdo y el 26 de noviembre se pudo promulgar la Constitución.

-¿Y no salió nada mal?        

-No, al contrario, muchos juristas y destacados constitucionalistas de esa época hablaron muy bien de ella.

Fue un trabajo serio, intenso el que se hizo y además había gente muy capaz, muy formada entre los constituyentes.

Todos aportaron lo suyo.

-¿Se basaron en otras constituciones?

-Principalmente en la nacional, pero también se consideró, la de Santa Fe, la de Mendoza, siempre se trabajaba sobre alguna base, pero nuestra constitución fue de avanzada en muchos aspectos, y la prueba esta que la nueva, la del 94, mantiene básicamente su espíritu.

-¿Así que llegaron sobre la raya?

-Si, sobre la raya… creíamos que no llegábamos….¡y como salió la constitución! ¡Magnifica!… pero nunca se cumplió cien por cien, no hablemos de las intervenciones porque ahí la archivaban directamente, pero en los gobiernos democráticos digo. Porque en esa constitución estaba todo contemplado.

-De todas las maneras tuvo muchos años de vigencia.

-Si, 27 en total, porque los otros 16 años, aunque en distintas épocas, hubo intervenciones.

DE GOBIERNOS Y GOBERNANTES

El primer gobernador de nuestra provincia fue el Dr. Jorge Galina, que también había presidido la Asamblea Constituyente. Su asunción se produjo el 1º de Mayo de 1958. De él, dice Don  Carlos, que fue un buen gobernador y que durante su gobierno dio un gran impulso a la provincia. La ciudad de Rawson con todas las obras que bajo su mandato se realizaron se convirtió en la “Basilia del sur argentino”.

Además de la gestión del Dr. Galina, Ibarra destaca la de otros gobernantes y menciona a Don Roque González de quien tiene los mejores recuerdos a pesar de que su mandato fuera interrumpido. Del Dr. Carlos Maestro por el que evidentemente siente gran simpatía “porque fue un hombre que bajo al llano, que se comunicó con la gente, yo considero que hizo un buen gobierno” y finalmente refiriéndose a la situación reinante en el país también destaca la labor que viene desarrollando el actual gobernador de la provincia “por su labor y su actitud en momentos tan difíciles. El gobierno actual ha logrado hasta ahora mantener la confianza en el pueblo que ha conferido y no obstante las enormes dificultades que tiene que afrontar, nuestra provincia se destaca en el conjunto del país por su normal  administración y funcionamiento de sus instituciones, por eso yo confío en esta actitud responsable y  en un futuro promisorio”.

Aludiendo a la clase política, Ibarra se resiste a meter a todos los políticos en una misma bolsa, “yo no estoy de acuerdo cuando se dice que son todos corruptos, como en todas partes y en todas las épocas, hay buenos y no tan buenos, pero hay gente honesta y capaz tratando de trabajar por el país y la provincia”.

-¿Y cómo hacemos para sacar el país adelante?-le pregunto.

Ibarra no duda en responder:

-Si el federalismo fuera realmente como lo plantea el preámbulo de nuestra constitución del 57 cuando dice “defender la plena autonomía provincial…”, nuestra provincia y muchas otras no hubieran tenido hoy dificultades y el país no habría llegado a esta situación. Nosotros como provincia tenemos todo y de todo, si aquí afuera como en Estados Unidos, por ejemplo, donde donde todos los estados son independientes aunque estén confederados, la historia sería distinta.

De pronto no sería necesario que cada provincia sea un estado autónomo, pero al menos que se hubiera dividido el territorio nacional en regiones autónomas, fíjese la Patagonia, una región con tantos recursos, con tanta riqueza”.

La charla de Don Carlos da para muchísimo más, como se dice comúnmente “hay muchos hilos en el carretel”, pero los tiempos y el espacio serian siempre escasos, porque él es un hombre que gatilla permanentemente ideas y propuestas. No se siente viejo para nada ni le pesan las varias décadas que carga sobre sus espaldas, pero lamenta no ser más joven para poder emprender otros proyectos, para seguí peleando. Así aborda el tema de la infancia que siempre fue una de sus mayores preocupaciones, o de las tierras. Es un buen conocedor de nuestro territorio y sabe bien de lo que habla, no le gusta el sistema de escuelas con internados “los afectos son irremplazables, los chicos tienen que estar con su familia. Que se los eduque y se los contenga, que se les mejore oportunidades de vida pero sin separarlos de los suyos” –afirma.

Sobre el final de la entrevista me dijo: “usted es una privilegiada, porque a mí no me gusta hacer notas  y demás”. Y es cierto charlando largo y tendido con él, el sentimiento fue ese. Porque es realmente un privilegio tener la oportunidad de escuchar de boca de un protagonista de nuestra vida institucional, este retazo de la historia.

Nota de Archivo de “El Informador Capitalino”

 

 

 

 

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