lunes, 31 de marzo de 2025

La Voz de Chubut tuvo acceso a un informe exclusiva del Ateneo en Estudios Económicos, a cargo de Facundo Ball.

BOCADE

El Bono Programa de Obra Pública y Cancelación de Deudas de Chubut (BOCADE) se ha convertido en un tema clave para las finanzas públicas de la provincia. Las condiciones impuestas durante la reestructuración, realizada por el entonces ministro de Economía Oscar Antonena durante la gestión del gobernador Mariano Arcioni, concentraron el 61,5 % del pago de capital entre los años 2024 y 2027, lo que ha generado un fuerte impacto en las finanzas públicas de la provincia.

Emitido originalmente el 26 de julio de 2016 por un monto nominal de 650 millones de dólares y con una tasa de interés anual del 7,75 %, este bono tenía como fecha de vencimiento inicial el año 2026. Sin embargo, la reestructuración llevada a cabo en diciembre de 2020 modificó significativamente su perfil de pagos y complicó las cuentas del actual gobierno de Ignacio Torres.

Un informe del Ateneo en Estudios Económicos, a cargo de Facundo Ball, al que La Voz de Chubut tuvo acceso detalla que la reestructuración extendió el vencimiento del bono hasta julio de 2030 y estableció una modalidad de amortización en 40 cuotas trimestrales iguales, con pagos de capital e intereses que se efectúan en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año. El último pago realizado fue de 33.047.459 dólares, lo que equivale a más de un mes completo de regalías petroleras, la garantía principal del fideicomiso establecido para respaldar el bono.

Durante 2024, Chubut destinó un total de 134 millones de dólares para el pago de capital e intereses del BOCADE, lo que refleja una carga financiera especialmente concentrada en el primer año de gestión de Ignacio Torres. Además, se observa que los mayores vencimientos de todo el período de amortización coinciden con los cuatro años de mandato del actual gobierno.

Según el estudio, la distribución de los pagos muestra un pico en 2024, mientras que para 2025 se proyecta un desembolso de 125,5 millones de dólares. En 2026 se prevé un pago de 117,8 millones y en 2027 ascenderá a 108,2 millones de dólares. Esta concentración de vencimientos generó duros cuestionamientos del gobernador Torres a las condiciones establecidas en la reestructuración de 2020.

Para julio de 2025, el capital amortizado en el último año y siete meses será superior al total abonado en los siete años y medio anteriores a la reestructuración. Esto evidencia que la renegociación del bono no solo postergó pagos, sino que concentró una gran parte del capital a cancelar en un período corto.

El principal problema señalado por el informe de Ateneo en Estudios Económicos de no es el volumen nominal de la deuda, sino las condiciones impuestas durante la reestructuración, que concentraron el 61,5 % del pago de capital entre los años 2024 y 2027. Este escenario se agrava en un contexto de emisión simultánea de nuevos instrumentos de deuda y acelerada emisión de Letras del Tesoro, lo que pone en duda la sostenibilidad financiera de la provincia.

El análisis del BOCADE y su impacto en las finanzas públicas de Chubut plantea la necesidad de revisar gestión de la deuda pública y las estrategias futuras para evitar crisis financieras que comprometan el desarrollo económico de la provincia.

 

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