sábado, 27 de julio de 2024

Los cortes de agua, que paralizan la ciudad, son el fiel reflejo de los años 80, que distinguen tristemente a Comodoro Rivadavia. Ya en la década anterior, las roturas en el acueducto habían ganado varias tapas y ocasionados numerosos problemas en la ciudadanía. Pero ahora, los conflictos se agudizan y la falta de respuestas se torna más evidente, pese a las promesas y las búsquedas de soluciones de los funcionarios de turno.

En la primera mitad década, los cortes de agua no sorprenden a nadie. Es habitual que cada familia recurra a diversas fuentes alternativas de acopio ya que nunca se sabe cuánto tiempo tardará la reparación de la cañería afectada.

Pero al promediar los 80, las quejas entre los vecinos se vuelven más importantes y se transforman en incipientes luchas populares que, no obstante, carecen del eco que se supondría ante una situación que afecta a todos por igual. Solo los vecinos de la zona norte, en especial General Mosconi, se salvan de los cortes, gracias a las reservas que posee YPF.

Ciudad en emergencia

A principios de febrero de 1986, Comodoro Rivadavia está declarada en emergencia ante la falta de agua que sufre la población. Se espera que también el Gobierno nacional entienda la gravedad del asunto y en horas dicte una medida similar, pero eso no sucede y no hay respuestas que alienten una solución definitiva para los angustiados comodorenses.

Incluso el Hospital Regional se queda sin agua y funciona con guardias mínimas por falta del vital líquido.

Para llamar la atención se realiza una movilización en horas de la tarde del martes 4. A las 19:00 horas, siguen llegando vecinos a Belgrano y San Martín, el punto de encuentro. Son de zona sur y del centro, en su mayoría, ya que los cortes de agua no se sienten en otros sectores de la ciudad con tanta gravedad. Desde allí marchan hasta la Municipalidad, aunque en realidad quisieran llegar a Rawson o, porque no, a la Casa Rosada, o algún despacho donde se tomen las decisiones que reclaman.

Al día siguiente el diario dirá que “de los 130.000 habitantes, solo 6.000 protestaron”, aunque en realidad sea generoso con este número de personas que, en realidad, no llegan a 5.000.

Muerte de un manifestante

Antes de la marcha, un matrimonio de edad avanzada viajaba por la calle San Martín, en la bajada se encuentran con un grupo de manifestantes del Sindicato de Petroleros Privados que van a expresar su malestar por la falta de agua. El auto, un Dodge 1500 con patente U017012 que acusa casi 20 años de existencia, se queda sin frenos, justo en la bajada.

Finalmente, el rodado impacta contra cinco manifestantes que resultan heridos. De ellos, Catalán es quien peor está, según dicen los informes médicos horas después. Su salud empeora y fallece sin saber cómo concluye este movimiento por el cual estaba decidido a pelear junto a sus compañeros.

Un corte de Ruta termina con un acta compromiso

La manifestación concluye con el corte de la Ruta Nacional Nª3. El martes por la tarde, no más de 500 personas se dirigieron al acceso norte para impedir la entrada y salida desde y hacia el radio céntrico.  Los automovilistas usan el camino alternativo, los camioneros quedan varados en la estación de servicios Eureka.

A media noche, son 200 personas las que bloquean las rutas, esperando que venga el gobernador Atilio Viglione. En su mayoría son jóvenes. Permanecen hasta media mañana del miércoles 5 de febrero. Las fogatas para mitigar el frio de las madrugadas comodorenses dan cuenta del movimiento popular para exigir una solución a los problemas del acueducto, cada vez más frecuentes e importantes.

Viglione no llega a la ciudad, pero si lo hace el Ministro de Gobierno, Educación y Justicia de la provincia, Dr. Norberto Massoni. Con él los manifestantes firman un acta que dice que “el conjunto de personas no estuvo ligado a ningún partido político ni gremial y que fue una toma totalmente pacífica tratando que en forma civilizada a quienes ocupan ese sector de la ruta… requieren en carácter urgente la toma de  medidas definitivas que no expongan a la población de la ciudad a situaciones de riesgo sanitario y que permitan un desarrollo y crecimiento de la misma para salvaguardar las fuentes de trabajo”.

Los motivos por los que levantan la medida son que “nunca pretendieron molestar a sus compañeros de trabajo, camioneros, taxistas, colectiveros y demás población, pero la situación vivida en los últimos días en Comodoro exigían que la Nación y la Provincia den respuestas concretas y definitivas al problema que afecta a la ciudad. Todos los destinatarios de esta medida deben comprender del sacrificio y la angustia que produce la ausencia total de agua en una geografía tan agresiva y problemática como la que caracteriza a Comodoro Rivadavia”.

El ministro “reconoce la actitud pacífica de los señores representantes de la manifestación” y asegura tomar debida nota de las manifestaciones hechas, las que pondrá en conocimiento del Gobierno de la Provincia del Chubut y, por las vías correspondientes, del Nacional”.

Por último, los firmantes agradecen al juez federal Juan Pedro Cortelezzi, al juez provincial en lo Criminal y Correccional Alberto Ravazzoli y a la policía del Chubut por sus actitudes frente a estos reclamos.

Extraído del libro “Crónicas del Centenario” editado por Diario Crónica en 2001

Compartir.

Los comentarios están cerrados