
Oscar Brunt entró a los 13 años a trabajar como portero en la Municipalidad de Dolavon, donde le pagaban 20 pesos que no alcanzaban ni para comprar un par de zapatillas pero mientras tanto estudiaba telegrafía, y vino un jefe de distrito de correo ya que el joven Brunt había mandado a pedir trabajo al Correo Central. Este señor le tomó un pequeño examen y luego lo llamaron para trabajar como mensajero en 1946. Cuando cumplió 18 años lo nombraron telegrafista.
Dolavon tenía una central telefónica de aproximadamente 25 abonados. Para hacer una llamada a Trelew, había que hacerlo 2 o 3 horas antes. Los teléfonos estaban comunicados a Gaiman, Trelew, Puerto Madryn y Rawson.
Del correo salían a las 07.00 de la mañana para llevarlas a Trelew.
Dolavon era cabecera de Las Plumas, Paso de Indios, Los Altares, El Sombrero, Telsen, etc.
Para mandar un mensaje a Telsen, Las Plumas y otros lugares, se hacía por medio del telégrafo o por radio de policías. De Dolavon tenían que llamar a Rawson, cuando contestaban se decía que tenía un telegrama y se transmitía por código Morse. Luego se remitía por la radio policial, esto era como un acuerdo. Para mandar un telegrama a Puerto Madryn tenían que llamar a Trelew, Trelew daba la línea a Madryn y se le daba el telegrama.
Otra forma de comunicarse era mandando un telegrama a LU4 de Comodoro Rivadavia, muy escuchada en la zona en ese entonces y era una manera muy efectiva.
Fragmentos del libro “La historia a través de las palabras”, del Instituto Williams Morris